sopa

Los tenemos incorporados a nuestra dieta diaria, juramos que son alimentos inofensivos e incluso beneficiosos para nuestra salud pero la realidad indica que no es tan así y que deberíamos reducir su consumo para mejorar nuestra alimentación.

Analicemos los 8 alimentos que hasta ahora creíamos saludables y en realidad, no lo son:

– Pan blanco: es una combinación de carbohidratos con almidón, lo que en absoluto puede ser ideal para mantener el equilibrio de nuestro cuerpo.

– Jugo de frutas: no todos son saludables, sobre todo por el alto nivel de azúcar y por la ausencia de la pulpa de la fruta. De esta manera, el aporte de fibra también se ve reducido. Lo mejor es comer fruta fresca u optar siempre por los jugos preparados en casa.

– Salsa de soja: la creemos una aliada pero al parecer no es realmente así. Muchas de las composiciones de la salsa de soja –leer siempre la etiqueta de los alimentos- son excesivamente ricas en sal y en otras sustancias químicas perjudiciales para nuestro organismo. Aunque se limite el uso de estas sustancias en la salsa de soja que compramos ya elaborada, lo mejor y más saludable es limitar su consumo.

– Pasta: Una concentración de hidratos de carbono, aunque carente de fibra, vitaminas y minerales. La pasta se compone de una mezcla de harina blanca, agua y huevos, aunque en un porcentaje mucho más pequeño.

– Queso fundido: cuando es de un color amarillo intenso, también puede ser sinónimo de elevadas cantidades de sal. Con dos o tres rodajas de queso se puede llegar a superar las necesidades diarias de sal y esto no es en absoluto beneficioso para nuestra salud. La principal consecuencia de un alto consumo de sal en la dieta es la hipertensión.

 Gaseosas diet: Aunque tomemos refrescos bajos en calorías o sin azúcar, su contenido nunca es cero, por lo que este tipo de bebidas también puede estar detrás de un aumento del peso corporal. Por otra parte, los edulcorantes artificiales que se utilizan en este tipo de bebidas pueden influir de manera negativa en nuestra salud.

– Ketchup: demasiada cantidad de azúcar. La salsa de tomate, por su contenido en antioxidantes (como el licopeno), puede ser buena para la salud, pero no cuando el producto no es natural –elaborado de manera casera-, puede contener mucha azúcar y pocos antioxidantes.

– Sopa: las sopas de sobre pueden tener mucha sal y muchos conservantes, distinto es con la sopa casera. El aumento de la sal en la dieta solo obligará a los riñones a realizar un mayor esfuerzo, por lo que es más saludable reducir la cantidad de sal que tomamos a diario.

Fuente: Doc Salud