«El tabaco, una amenaza para nuestro medio ambiente», es el lema de la campaña 2022 de la Organización Mundial de la Salud por el Día Mundial Sin Tabaco. La campaña tiene por objetivo sensibilizar al gran público sobre el impacto ambiental que tiene el tabaco, desde su cultivo y producción hasta su distribución, sin olvidar los residuos que genera. Al respecto opinó para Télam Eva Jané Llopis, representante de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Argentina. 

Hace tiempo sabemos que el consumo de tabaco tiene un impacto profundamente negativo en la salud de las personas, siendo la causa de múltiples enfermedades de gravedad. Mata a más de 8 millones de personas cada año – alrededor de 1 millón en la región de las Américas, y su consumo es la principal causa de muerte prevenible a nivel mundial.

En la Argentina mueren más de 47.000 personas cada año por enfermedades asociadas al tabaquismo, como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedades cardíacas o cerebrovasculares, y varios tipos de cáncer.

Pero el tabaco no solo daña la salud de quienes lo consumen y quienes están a su alrededor, sino de todas las personas a causa de su impacto negativo en el medio ambiente. El cultivo, la fabricación y el consumo del tabaco envenenan el aire, el agua, el suelo, las playas y las calles de las ciudades con productos químicos, residuos tóxicos, colillas, microplásticos y hasta tres tipos de gases de efecto invernadero.

El impacto es inmenso. Se estima que hasta ahora más de seiscientos millones de árboles se han talado para producir cigarrillos, 84 millones de toneladas de dióxido de carbono se han liberado a la atmósfera en el humo del tabaco elevando la temperatura del planeta, y alrededor de 22 mil millones de litros de agua se han utilizado para fabricar cigarrillos.

El tabaco está destruyendo al medio ambiente. Esto invita a reflexionar, más que nunca, si los beneficios económicos son justificables a costa de afectar la salud de las personas e hipotecar el futuro de nuestro planeta.

Este 31 de mayo desde la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud conmemoramos el Día mundial sin tabaco , una fecha clave para analizar y profundizar los esfuerzos contra esta problemática. Bajo el lema «Envenena nuestro planeta», queremos poner de relieve la importancia de abordar de forma urgente el impacto negativo del tabaco, tanto en nuestra salud como en la de nuestro planeta.

A quienes consumen tabaco, recomendamos fuertemente que dejen de hacerlo. Hay muchas buenas razones para abandonar su consumo. Somos conscientes que hacerlo es todo un desafío, pero hoy se disponen de diversos recursos para ayudar a las personas a combatir la adicción al tabaco. El reto es grande, pero la recompensa es aún mayor: para su salud, para la de quienes les rodean, y para la de nuestro planeta.

Además de abandonar su consumo, también son necesarias medidas para reducir el impacto nocivo de la producción de tabaco en el medio ambiente en todas las etapas: el cultivo, la fabricación, la distribución, el consumo y los desechos posteriores.

Por otro lado, este día también nos recuerda que la Argentina ha tenido logros considerables a lo largo de los años gracias a la implementación de políticas recomendadas. Sin embargo, las cifras y el impacto del consumo continúan siendo muy altos comparados con otros países de la región. Por eso, el país tiene la oportunidad de renovar los esfuerzos en la lucha contra el tabaco frente a los desafíos que traen sus nuevas formas de consumo – los dispositivos electrónicos, por ejemplo – o la publicidad directa y no convencional a través de las redes sociales, entre otros aspectos.

Es necesario actualizar el marco normativo para incluir cuestiones como la prohibición total de la publicidad directa y, en los sitios de venta, el establecimiento del etiquetado neutro y la actualización de la política tributaria. Otra acción fundamental que requiere atención es la ratificación por parte del país del Convenio Marco para el Control de Tabaco (CMCT), el primer tratado global de salud pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para dar una respuesta al problema del tabaco. Desde OPS seguiremos apoyando los esfuerzos en la lucha contra el tabaco con la mirada en reducir su impacto sanitario, económico y en el ambiente.

Desde el cultivo hasta los pulmones, a lo largo de todo su ciclo de vida el tabaco contamina el planeta y daña la salud de todas las personas, tanto de quienes lo consumen como de quienes no. Esto es un motivo claro para dejar de consumirlo y producirlo. Sólo de esta manera podremos lograr que el tabaco deje de envenenar nuestra salud y nuestro planeta.

Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202205/594050-opinion-dia-mundial-sin-tabaco.html