Crecen las consultas psicológicas por los chicos

“Estoy desbordada de trabajo”, admite Marisa Russomando, psicóloga especialista en crianza, quien relata que las consultas respecto a problemáticas infantiles aumentaron en aproximadamente un 50 por ciento en los últimos meses. “También noté un incremento en el último tiempo. Aunque creo que los verdaderos efectos de la segunda ola están empezando a llegar”, confirma Micaela Gurny, psicoanalista especialista en niños.

Y es que si bien los primeros tiempos de pandemia trajeron aparejada una demanda mucho mayor para los profesionales de la salud por problemáticas que surgieron o se intensificaron con el encierro, esta segunda ola trae nuevos desafíos.

Un cansancio extremo en los padres y madres a la hora de volver a afrontar en simultáneo las demandas laborales y domésticas, la frustración de los chicos por tener que suspender espacios que habían reconquistado, y la incertidumbre reinante respecto no solo al futuro mediato sino también de lo que ocurrirá dentro de unas horas; parecen ser un combo explosivo.

Como explica Romina Kosovsky, psicóloga infanto juvenil y directora de Espacio Infancias, durante el año pasado, “muchos niños se pudieron adaptar y muchos otros no, pero luego de las vacaciones volvieron a presentarsemuchos de estos problemas con mayor intensidad, y familias más abrumadas, cansadas y con menos recursos para continuar afrontando las demandas”, relata.

Muchos padres y madres consultan, preocupados, por percibir nuevos síntomas en los chicos en plena segunda ola (Foto: Shutterstock).

Muchos padres y madres consultan, preocupados, por percibir nuevos síntomas en los chicos en plena segunda ola (Foto: Shutterstock).

Síntomas recargados

¿Cuáles son estos nuevos síntomas? A la ansiedad, regresión en las etapas como el control de esfínteres, problemas en el sueñoy en la alimentación, se sumaron la intolerancia a la frustración (sobre todo por ver nuevamente suspendidas actividades como el retorno a la presencialidad en las escuelas, talleres extracurriculares o cumpleaños en plazas), dificultades para concentrarse, y problemas en lo vincular luego de estar tanto tiempo en casa, además de duelos por familiares víctimas del covid.

“En relación a esta segunda ola estamos asistiendo casos parecidos a la primera: consultas de madres y padres preocupados por algunos síntomas que ya veían antes, consecuencia de la pandemia en general. El tema es que los chicos recién empezaban a suavizar esos síntomas, gracias al regreso a la escuela, y con esta medida es muy probable que esperemos un retroceso por un lado de aquellos chicos que estaban mejorando, y un incremento de consultas por nuevos síntomas”, explica Russomando.

Por otro lado, volver a la virtualidad luego de haber acudido a clases durante un tiempo, fue un golpe para muchos chicos y adolescentes, sobre todo para quienes padecieron las clases vía Zoom.

Según Kosovsky, el panorama varía de familia a familia: “Veo problemas de conducta, ansiedad, aislamiento, burn out de madres y padres. Los síntomas suelen ser variados, prefiero hablar dedificultades en la tolerancia a la frustración, el abuso en la utilización de las pantallas, dispositivos y juegos en red, el no querer salir de sus casas, angustia, irritabilidad, enojo y por supuesto intolerancia ante un escenario tan cambiante y de tanta incertidumbre”.

Manejar la incertidumbre

Precisamente, una de las dificultades para madres y padres es la incertidumbre a la que están sometidos ante un escenario de por sí complejo, que se complejizó aún más en la última semana, con unfuego cruzado de fallos y disposiciones judiciales que prohibían y habilitaban la presencialidad en las aulas en el marco del conflicto entre el gobierno nacional y porteño.

Teniendo en cuenta que una de la principales recomendaciones de expertos en crianza es anticiparles –sobre todo a los más pequeños- lo que va a suceder para generarles tranquilidad, ¿Cómo intentar aliviar una etapa tan convulsionada? Gurny propone filtrar la información que se les brinda, e informar decisiones en lugar de dudas.

“Si bien la los contextos son inciertos y cambiantes, a los niños, niñas y adolescentes debemos intentar ofrecerles un marco de sostén, de rutinas. Y algo que me parece importante transmitirles a muchos padres es que no hay que informar y contar todo lo que ocurre. Para los niños es bueno que los padres puedan tomar decisiones sin su consentimiento, y que luego se lo puedan informar, no tienen que participar en todas las decisiones de los adultos”, advierte.

Volver a la virtualidad provoca angustia y frustración en muchos niños y niñas Foto Shutterstock

Volver a la virtualidad provoca angustia y frustración en muchos niños y niñas Foto Shutterstock

Una consulta temprana

Otro de los interrogantes de las familias a la hora de percibir cambios de conducta o actitudes que les llaman la atención, es saber si su caso amerita o no una consulta.

Respecto a cuándo es conveniente consultar, Kosovsky aconseja: “Básicamente cuando las familias ya no tienen herramientas o recursos para poder afrontar las situaciones. Cuando la intensidad de los problemas es mayor o cuando la problemática invade todas las áreas de la vida de los niños o sus familias”.

Russomando recomienda estar atentos a aquellas cuestiones que, aunque poco perceptibles, perduren en el tiempo.

 “A mí me parece que ante cualquier cambio de conducta importante y sostenida en el tiempo, o sea que es algo que uno observa que llegó para quedarse, hay que hacer una consulta. Los profesionales de la salud, los psicólogos, tambiénevaluamos si hace falta o no un tratamiento. Es mejor hacer la consulta y que haya estado un poco de más, que quedarnos en menos, porque hay algunos chicos que tienen síntomas que no son evidentes a simple vista, y tal vez es un proceso largo, silencioso, pero que tiene consecuencias”, advierte.

Gurny agrega que estas situaciones suelen darseluego de un momento de cambio o de estrés familiar, por lo que conviene estar atentos en esos escenarios, y que, de presentarse, no deben subestimarse.

 “Si los miedos del niño impiden el normal funcionamiento en diversas situaciones de la vida cotidiana, si son exagerados, si son rígidos en el sentido que le impiden hacer otras cosas y se prolongan en el tiempo, hay que darle lugar y evaluar la situación en particular porque seguramente el niño está sufriendo, y en esos casos puede requerir una consulta con un profesional”, explica la especialista.

¿Marcas que persistirán?

Modificaciones en los valores transmitidos, en las temporalidades, en su socialización. ¿Pueden los efectos de la pandemia marcar de alguna manera las personalidades de los más chicos de cara al futuro?

“Seguramente influye, como han influido las guerras y otras emergencias sanitarias. No sabemos cómo van a impactar, de hecho conocemos muchos casos de resiliencia también. Yo tengo una mirada esperanzadora porque los chicos son muy sabios, empáticos, se adaptan, nos enseñan, tienen menos libretos mentales, viven más el aquí y ahora; entonces,pueden actuar con más libertad, curiosidad y creatividad ante la vida”, cierra Kosovsky.

Russomando rescata la valoración de los vínculos y los gestos amorosos, como marcas que probablemente permanezcan.

“Si bien hay muchas cosas que los chicos no pueden hacer, esto les permite encontrar nuevas herramientas y de esta manera se les diversifican los recursos para encontrarse con otros. Obviamente que el contacto en los primeros tiempos es importante, pero también el encuentro puede ser a través de la voz y la mirada”, concluye Gurny.

Fuente: https://www.clarin.com/buena-vida/crecen-consultas-psicologicas-chicos-sintomas-segunda-ola_0_QRrfLRZ68.html