La pérdida de hogares, la imposibilidad de ir a la escuela y la aparición de enfermedades erradicadas son «consecuencia de los cambios climáticos que afectan directamente a los niños», sostuvo Luis Pedernera, miembro del comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas (ONU) y señaló que, en relación a América Latina, «la sostenibilidad de los países del Norte muchas veces es a costa del sacrificio de los países del Sur».

En el marco de la Observación General Número N° 26 de consulta a América Latina y el Caribe, el especialista uruguayo que integra el Comité de la ONU señaló a Télam que «el cambio climático tiene un impacto en la vida de toda la comunidad mundial, pero es peor para los niños».

Pedernera destacó que «la pérdida de hogares, la imposibilidad de ir a la escuela y la aparición de enfermedades erradicadas en el mundo que están retornando» son «consecuencia de los cambios climáticos que afectan directamente a los niños».

A su vez, precisó que «1,7 millones de niños a nivel global mueren por cambio climático por consecuencias de los impactos ambientales, todos evitables», y que las muertes por causas evitables «se dispararon a un número alarmante en los menores de seis años».

En ese sentido, sostuvo que la pandemia por Covid-19 «agudizó, por un lado, la pobreza y la indigencia, que se dispararon en niños de todo el mundo donde 385 millones viven en situación de pobreza», según datos de Unicef.

Por otro lado, las consecuencias de los cierres de escuelas para hacer frente a la pandemia tuvieron «efectos en los niños que se van a poder verificar a mediano y largo plazo», y tienen que ver con «la baja en los niveles de comprensión lectora y análisis matemático, que nos llevan 20 años atrás».

De esta forma, a partir de la Observación General Número N° 26 que se realizará a partir de mañana en Buenos Aires, se busca la adopción por parte de los estados de «medidas legislativas o de políticas públicas para atender las cuestiones del cambio climático», agregó el especialista.

En tanto, dentro del nuevo borrador sobre los derechos del niño en relación al ambiente se encuentran las principales «líneas sobre cómo mitigar los efectos del cambio climático para adaptar y atender sus efectos», explicó Pedernera.

En tanto, el experto sostuvo que «hay un punto relevante como región», por el cual «muchas veces lo que para países del Norte significa un ambiente sostenible, en los hechos significa que un país del Sur sufre, porque la sostenibilidad del norte muchas veces es a costa del sacrificio del país del sur».

A raíz de esto y las consecuencias de los impactos ambientales, se plantea un escenario «sumamente preocupante para el futuro de los niños», y por eso Pedernera hizo hincapié en el concepto de la necesidad de pensar en términos de «solidaridad intergeneracional», al proyectar «los efectos sobre los que vienen, ya que las amenazas del ambiente tienen efectos previsibles».

Asimismo, entre los principales ejes que se discutirán en la Observación General Nº 26, se encuentra «la supervivencia y el desarrollo, la no discriminaciòn y su vinculación al cambio climático, el derecho del niño a vivir en familia, la movilidad humana y los niños migrantes en relación al clima», precisó Pedernera.

Y añadió que esta variedad de temas responde «a la variedad de artículos que tiene la convención y que vamos a pasar por el lente del cambio climático».

Más de 50 niños y adolescentes representarán la voz de 188 millones habitantes de la región

Más de 50 niños, niñas y adolescentes buscarán representar la voz de los 188 millones que viven en América Latina y el Caribe en relación a cómo el cambio climático impacta en su presente y futuro, y, a la vez, sumar propuestas a la par de las que formularán los Estados, organismos y organizaciones que a partir de mañana debatirán y consensuarán un texto a ser considerado por el Comité del Niño de Naciones Unidas.

Entrevistada por Télam, la defensora de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, Marisa Graham, consideró que la voz de los niños participantes «es muy importante que esté reflejada en la Observación General Número N° 26», tal como se denominará las recomendaciones que vayan a consensuarse a lo largo de la cita regional, que cuenta además con el impulso de la Cancillería argentina.

-Télam: ¿Quiénes estarán participando de la consulta? ¿Habrá un grupo en representación de las niñeces?

-Marisa Graham: La idea es que participen estados de la región de América Latina y el Caribe, expertos de esos países y organizaciones sociales junto con una comisión que va a escuchar las opiniones que tienen, junto con las preocupaciones de las chicas y los chicos. En ese sentido, es importantísimo que en una observación del Comité de los Derechos del Niño estén incluidos los más chiquitos y no sea solamente una escucha, ya que los niños son los que observan y hacen que otros observen. Para aquellos que tienen que custodiar por sus derechos a nivel global es importante primero cumplir nosotros mismos con el derecho del niño a ser oído porque son los que más van a vivir los efectos del cambio climático.

-T: ¿Qué pensamiento considera que hay en los más jóvenes con respecto al cambio climático?

-MG: Además de que son los que más idea de futuro tienen, son más capaces de pensar en términos de futuro más allá de su propia existencia, lo que a los adultos nos cuesta bastante y ni hablar a los gobiernos. En cambio las chicas y los chicos son muy sensibles, y así como mis hijos me enseñaron a no tirar papeles en el suelo, los niños y los adolescentes de ahora les enseñan a las generaciones más grandes a cuidar el medio ambiente al tener más conciencia de los impactos del cambio climático. Y esa voz es muy importante que esté reflejada en la Observación General Número 26.

Fuente: Télam