Por Luisa Brumana, representante de UNICEF Argentina.

El 25 de abril, Día Internacional contra el maltrato infantil, nos convoca e interpela a reflexionar y llevar adelante acciones que visibilicen este problema y promuevan la crianza sin violencia y el buen trato hacia las niñas, niños y adolescentes. Sin embargo, se trata de una vulneración de derechos que debe movilizarnos todos los días para lograr estrategias de prevención de la violencia contra la niñez y la adolescencia.

Según el informe temático sobre violencia en la crianza de la Encuesta Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes (MICS 2019-2020) que realizamos desde UNICEF en Argentina, 6 de cada 10 chicas y chicos sufren gritos, humillaciones y castigos físicos en la crianza. Estamos hablando de la vida cotidiana de más de la mitad de las infancias en el país y por ello debe ser un tema prioritario en las agendas públicas y de gobierno.

Parte de la persistencia de esta problemática es creer que los malos tratos, insultos, uso de términos peyorativos y los castigos físicos son parte del pasado, como también la naturalización y aceptación que la sociedad sigue teniendo respecto a la idea que ciertos castigos y correcciones (incluye penitencias severas, cachetazos, etc.) son no solo aceptables, sino necesarios en el marco de una supuesta rectitud.

La violencia es un fenómeno complejo, de múltiples dimensiones; sus causas y consecuencias atraviesan generaciones. Deja marcas en las biografías y en las posibilidades del desarrollo integral. La violencia en el ámbito familiar es el principal motivo por el cual se separa a un niño, niña o adolescente de su hogar. Actuar ahora resulta urgente, para poder contribuir a sanar las heridas de la infancia y para fortalecer a las familias y comunidades en métodos de crianza no violentos.

Los malos tratos nos afectan e involucran a toda la sociedad, y es por lo que la construcción de una cultura menos adultocéntrica es colectiva y participativa. Observar los factores de riesgo (la pobreza, el adultocentrismo, el patriarcado y los entornos donde nacen y viven) y de protección contribuirá a generar entornos más seguros y saludables, desde el espacio más pequeño y personal, hasta el ámbito familiar y comunitario, las culturas que habitamos, la sociedad y el ambiente. Se trata de un gran compromiso conjunto entre el Estado y sus políticas públicas, los organismos especializados, el sector privado y la sociedad entera. Además, las niñas, niños y adolescentes con sus voces, propuestas y opiniones también deben ser escuchadas y tenidas en cuenta.

Desde UNICEF Argentina continuaremos incansablemente nuestra labor para poner punto final al maltrato infantil, y así lograr que llegue ese día en que recordemos esta fecha como algo aprendido y trascendido. En ese camino, lanzamos este año la campaña #GuardavidasDeLaInfancia, que aborda algunas de las principales problemáticas que afectan a la niñez y adolescencia en el país, como la violencia que sufren niñas y niños. Se trata de un llamado además a priorizar los derechos de las chicas y los chicos desde la función que cada uno tiene en la sociedad para generar más y mejores oportunidades de bienestar en la infancia.

Fuente: Télam