“El ojo seco es una enfermedad que afecta a la superficie ocular, no es algo menor como se tiende a pensar, porque hay pacientes que sufren mucho. Los afectados experimentan molestias, pero también mala visión cuando realizan actividades en las que no parpadean (leer, estar muchas horas frente al ordenador, utilizar una tableta o ver películas en la televisión o el cine)”.

Esta patología es multifactorial, ya que tiene muchas posibles causas. La blefaritis es una de ellas, pero también lo son el envejecimiento; las alteraciones hormonales; el uso de lentes de contactola cirugía refractiva y la cirugía de cataratas; la toma de determinados medicamentos, como antihistamínicos orales, antihipertensivos (betabloqueantes y diuréticos), antiparkinsonianos, antitusivos, quimioterapia, anticolinérgicos, opiáceos, psicotrópicos (como benzodiacepinas y antidepresivos tricíclicos) y el ácido 13-cis-retinoico o isotretinoína (para el acné intenso). A esta lista hay que añadir ciertos colirios (gentamicina, anestésicos, antivíricos, antiglaucomatosos y vasoconstrictores).

El ojo seco es más frecuente en mujeres que en hombres (en una proporción de 5 a 1). Se ha hablado de factores hormonales para explicar esta frecuencia, puesto que los andrógenos (hormonas sexuales masculinas) previenen de las enfermedades inflamatorias y los estrógenos (hormonas sexuales femeninas) favorecen ese tipo de patologías. Además, Benítez del Castillo considera que también podría influir el daño del uso de los cosméticos en los ojos por las sustancias que contienen (parabenos, formaldehído, retinoides o ácidos retinoicos, alcoholes…). 

El momento de la vida en el que debutan los pacientes depende, en parte, de las actividades de cada uno, pero se sabe que el ojo seco aumenta con la edad. En las mujeres, por ejemplo, suele aparecer con la menopausia, “también estamos viendo niños con ojo seco, debido al uso excesivo de tabletas y otras pantallas. Por otro lado, la pandemia por coronavirus y el confinamiento (y el aumento de horas frente al ordenador y otros dispositivos electrónicos) está haciendo que crezca el número de pacientes que debutan con ojo seco y empeorando los casos ya existentes”. Y es que el ser humano no está diseñado para hacer actividades en las que el parpadeo esté inhibido, como ocurre con el uso de las nuevas tecnologías. 

Molestias y síntomas visuales

«Las molestias típicas son el ardor, el escozor, la sensación de arenilla y la necesidad de tener los ojos cerrados. Estos síntomas ocurren más en la tarde/noche. Y algunos pacientes se quejan de esas molestias al levantarse por la mañana. Otros pacientes también mencionan el cansancio».

El picor de ojos es un síntoma que se asocia más a alergia, pero que también se puede relacionar en algunos casos con ojo seco.

Además de esas molestias señaladas, existen síntomas visuales: los pacientes no pueden leer, no aguantan mucho tiempo delante del ordenador, no pueden conducir de noche ni ir al cine, etcétera. El motivo es que la lágrima es necesaria para ver bien porque es la encargada de regularizar la córnea, que es una superficie rugosa.

Mujer con ojo seco frente a una pantalla de noche.

El principal mito que rodea al ojo seco es que se trata de algo banal. “A estos pacientes no les entienden en el trabajo (cuando piden que les cambien de sitio la mesa para evitar los reflejos en el ordenador o pedir que bajen el aire acondicionado o la calefacción), tampoco su familia o su entorno social (cuando les insisten en salir y ellos lo único que quieren en ese momento es estar con los ojos cerrados), y, a veces, ni siquiera son comprendidos por sus oftalmólogos, que restan importancia a su ojo seco. Además, las lágrimas artificiales no están financiadas. Son pacientes que sufren mucho y requieren, en ocasiones, psicoterapia”. 

Un estudio que compara la calidad de vida de un paciente con ojo seco leve con la de un paciente con psoriasis leve, y la de un paciente con ojo seco severo con la de uno con angina de pecho severa.

Consejos prácticos si tienes ojo seco

De momento, y hasta que llegue la esperada revolución en el tratamiento del ojo seco, conviene prestar atención a los hábitos de vida (los que se hacen de manera consciente y los que no) para tener bajo control la sequedad ocular.

Pantallas

Puesto que en el mundo actual es imposible renunciar a la utilización de pantallas, ¿qué límites debería autoimponerse el paciente con ojo seco?

  • Colocar la pantalla del ordenador por debajo de la línea de la vista para mirar hacia abajo y tener menos exposición de la superficie ocular, disminuyendo así la evaporación de la lágrima. Además, hay que evitar reflejos de luz en la pantalla.
     
  • Aplicar la regla del 20-20-20, que consiste en parar durante 20 segundos, cada 20 minutos de trabajo intenso ante el ordenador (o de lectura en pantalla o ante un libro, o viendo la televisión) y mirar a una distancia de 20 pies (unos seis metros). Así, parpadeamos con más frecuencia y recuperamos nuestra superficie ocular. Para poner en práctica esta medida, basta con mirar a una pared lejana o por la ventana. 
     
  • No utilizar lentes de contacto para estar frente al ordenador, mejor usar gafas.
     
  • Limitar el tiempo de uso de pantallas (ordenador, tablet, teléfono móvil y televisión).
     
  • Poner un humidificador en la habitación, al lado de donde esté trabajando con ordenador o usando alguna pantalla.
     
  • Instilarse lágrima artificial en los ojos de vez en cuando (siguiendo la recomendación de su oftalmólogo).
     
  • Acordarse de parpadear correctamente. Pueden hacerse ejercicios en varias sesiones al día, que consisten en abrir, cerrar y apretar los ojos en cada parpadeo. Así, se fortalece el músculo orbicular de los párpados para que cuando se parpadee de forma espontánea se produzcan más parpadeos completos y, por tanto, efectivos.

Maquillaje

El problema no es maquillarse de vez en cuando, sino la repetición de estas acciones. Especialmente, hay que tener cuidado con los cosméticos que se aplican en el ojo y alrededor de la órbita, como eyeliners o perfiladores y máscaras de pestañas. Se ha demostrado que emplear cosméticos a diario, sobre todo aplicando estos productos detrás de la línea de las pestañas, favorece la enfermedad de ojo seco evaporativo. La mayoría de productos waterproof, que contienen alquitrán de brea o ceras, bloquean los orificios de las glándulas de Meibomio, reduciéndose así la capa grasa de la lágrima.

Se aconseja buscar alguna marca de maquillaje, por ejemplo de farmacia, que sea más respetuosa con los ojos. Asimismo, “tenemos que aprender a leer las etiquetas de los cosméticos, igual que estamos empezando a leer las de los alimentos”.

Lentillas

Si un paciente con ojo seco leve desea usar lentes de contacto, el oftalmólogo recomienda que sean de uso diario (para evitar los efectos sobre las células de los líquidos de limpieza) y de un material llamado “hidrogel-silicona”. Este material necesita menos lágrima que el clásico hidrogel.

Otro consejo para los usuarios de lentes de contacto con ojo seco es que se instilen lágrima artificial sin conservantes.

Posiblemente, si el paciente tiene ojo seco moderado o grave tendrá que dejar de utilizar lentillas porque acabará no tolerándolas.

Lágrimas artificiales

No todas las lágrimas artificiales son iguales. Para pacientes con ojo seco, “es importante que no tengan conservantes, como es el caso de las lágrimas artificiales que vienen en monodosis y unidosis. Ahora también hay frascos con un sistema que evita que se contamine su interior sin necesidad de llevar conservantes”.

Este oftalmólogo señala que hoy en día casi todas las lágrimas artificiales de calidad llevan ácido hialurónico. Pero lo importante es que ese ácido hialurónico sea de cadena larga. 

En cuanto a la dosificación, el especialista es el que le tiene que pautar al paciente cuántas veces al día se tiene que echar la lágrima.

Alimentación

En cuanto a la alimentación, se recomienda el consumo de alimentos que contengan omega 3, un ácido graso que está presente en pescados como el salmón, el atún, la caballa, la sardina y el boquerón, y también en las nueces. 

Por el contrario, es recomendable limitar el consumo o comer con moderación la yema de huevo, la carne roja, el germen de trigo y los cacahuetes, por su contenido en ácido araquidónico (perteneciente a los ácidos grasos omega 6). También es fundamental controlar el colesterol.

Hay que evitar el consumo de alcohol, porque este produce deshidratación. Asimismo, se aconseja dejar de fumar, ya que el tabaco contiene sustancias que irritan el ojo.

Fuente: https://cuidateplus.marca.com/bienestar/2021/03/14/informacion-practica-padeces-ojo-seco-177196.html