El padre del candombe cumple 80 años

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«Soy como el ciclista de pelotón, bajo la cabeza y le doy para adelante»

El uruguayo Hugo Fattoruso dice no notar la edad, porque sigue en actividad plena. El hombre que tocó con todos.

Hugo Fattoruso nos recibe en uno de los camarines del Teatro Solís tras la prueba de sonido del segundo concierto de celebración por sus ochenta años. Sonriente, afable, cercano como su música, que logra llegar rápidamente a la audiencia. Su mirada mantiene un brillo de amistosa picardía juvenil.

Hugo Fattoruso, que cumple 80 años el 29 de junio, encarna como pocos el apelativo de soñador. El tiempo no doblegó a este artista que tiene una carrera casi tan extensa como sus años de vida. Comenzó a los 13 años. Y allá, en el principio, podemos encontrar a Los Shakers, ese grupo uruguayo que era mucho más que una recreación de Los Beatles.

“La música es muy generosa, la música es gigantesca, la música nos acepta a todos”, afirma el artista durante la entrevista con Clarín, a modo de explicación sobre su extensísima trayectoria.

Tocó con todos

Fattoruso tocó con todo el mundo, grabó más de cien discos si le sumamos las colaboraciones y no ha perdido nada de esa llama creativa que surgió en su adolescencia y que ha mantenido encendida dándole calor a esa insobornable inspiración.

Compositor, tecladista, acordeonista y cantante, “El Hugo” es una de las celebridades montevideanas y su música sembró una mirada moderna desde las raíces mismas del candombe que impuso a través de sus diferentes proyectos, como Opa (convertido hoy en Barrio Opa), el Trío Fattoruso, Rey Tambor, Dos Orientales (con Tomohiro Yahiro), Barrio Sur, HA (en dúo con la percusionista Albana Barrocas) y el Trío Oriental (con Daniel Maza en el bajo).

Fattoruso ha logrado que el candombe, con su cualidad evocadora, encuentre siempre espacio en su música, como un invitado que no necesita pedir permiso para participar.

-¿Cómo estás viviendo tus ochenta años?

-No me doy cuenta que estoy cumpliendo 80, porque estoy en actividad. Soy como un ciclista en el pelotón que baja la cabeza y le mete para adelante. Y sigo estudiando y planificando. Tengo proyectos; ahora con Albana tenemos una gira por varias ciudades de la Argentina que comienza el 9 de julio, en Bolívar y termina el 23, en La Plata; el 21, estaremos en el Café Berlín, en la capital.

Y agrega casi a modo de disculpa: “A veces estoy cansado, por ejemplo, después de la primera noche en el Solís caí como si hubiesen dado un fierrazo en la cabeza, pero estuve tocando desde la una de la tarde y el concierto terminó a las 11 de la noche; hoy (segundo día de celebración en el teatro) supongo que me va a pasar lo mismo”.

La gira de doce ciudades en julio, llamada Aniversario Tour, comienza el 9, en Bolívar, sigue en Carhué (10), General Pico (11), Santa Rosa (12), Pigüé (13), Rauch (14), Azul (15), Bahía Blanca (16), Tres Arroyos (18), Mar del Plata (19), CABA (21) y La Plata (23) y en 2024, lo espera un tour por Japón con su proyecto Dos Orientales.

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El padre del candombe lo celebró con dos conciertos en el Teatro Solís de Montevideo.

Fattoruso hace quince años que está en el sello discográfico MMG (Montevideo Music Group) del que siente, quizás por primera vez, un apoyo real.

Desde los quince que no festejaba mi cumpleaños, pero este año, con un número redondo como 80, el sello me dijo festejemos. Yo les expliqué que no iba a festejarlo tocando solo, entonces decidimos desarrollar todos mis proyectos sobre el escenario. Es muy emotivo tocar con tantos amigos, hasta subió Ringo Thielmann, bajista original de Opa y gran compañero…».

«Y, encima, toqué con mi familia, mis cuatro hijos y tres nietos y aunque el único profesional es Francisco, todos están cerca de la música”, añade este artista que tiene siete discos grabados que irán saliendo poco a poco por el sello.

El hombre sin método

-Tantos años escribiendo música, ¿desarrollaste algún método o proceso para componer?

-No tengo un método, es un fluir natural y siento que mantiene la misma fuerza. Me preguntan cómo me siento con mis ochenta años, la verdad estoy distraído, haciendo cosas, no pienso en eso, sigo haciendo todo lo que tengo que hacer.

“Quiero ser lo menos complicado posible y que los temas no suenen igual –agrega el artista-. Hay gente que la complica demasiado a la música, pero en el fondo uno toca lo que le sale del corazón. Uno no se puede escapar a eso. No tengo fórmulas, sigo una pasión que no se extingue”.

Hugo Fattoruso, con sus partituras. Dice que le gustaría haber estudiado más.Hugo Fattoruso, con sus partituras. Dice que le gustaría haber estudiado más.

-¿A tus ochenta, qué balance harías?

-No debería haber fumado cigarrillos y debería haber sido más estudioso. La verdad es que debería haber estudiado más.

-Pero siempre tocaste.

-Sí, nunca dejé de tocar, pero pasa una cosa… la música es muy generosa, la música es gigantesca, te das cuenta que es infinita cuando ponés un pie en la música. La música nos acepta a todos, a los que estudian y a los que no les hace falta estudiar; a los que saben leer música y a los no saben leer música. La música es grande y nos acepta. Así que cada uno decide, yo hubiese estudiado más.

-¿Cómo lograste que el toque de candombe fluya siempre en tu música?

-Eso es verdad, también siento que ese toque siempre está presente, pero es natural. Podría decir que es como un impulso, que nace de lo que hago y creo que fundamentalmente es por haber nacido en este entorno y haber podido absorber esa tradición.

“Te diría que con Opa comenzó todo. Recién comenzamos a proponer algo con Opa, porque los Shakers eran copia, pero con Opa tocábamos música rioplatense de fusión.”, recuerda.

Su modo como músico

Fattoruso dice que él le aporta melodía al candombe. Foto Laura TenenbaumFattoruso dice que él le aporta melodía al candombe. Foto Laura Tenenbaum

Hugo Fattoruso es un melodista de una penetrante imaginación, que se equilibra con un sólido andar rítmico.

El candombe es ritmo y danza, nació en la calle con los tambores; cuando lo llevás al escenario lo tocás con combos, con bajo, batería, teclado, ahora cuando toco con Barrio Sur o Rey Tambor queda todo en mano de la cuerda de tambores, mi lugar es apoyar con la melodía”, cuenta este músico que, sin duda, revitalizó desde sus exploraciones al candombe.

Pero insiste: “La percusión es un 50 por ciento en la música, pero con el quinteto Barrio Sur o Rey Tambor se convierte en el 90 por ciento. El tejido está en los tambores, el sabor, la raza y el pulso africano está ahí. Yo puedo tocar otras cosas, piezas de piano, puedo componer cosas simples, una ranchera, un bolero, un valsecito, pero cuando suenan esos tambores tenés que saber ubicarte”.

Su próxima gira por la Argentina será con Barrocas, con quien ha desarrollado un ensamble de percusión y teclado de una audacia por momentos extravagante. Se mueven en diferentes contextos con una intuición sobrehumana.

“Lo que pasa es que Albana está siempre atenta y es una trabajadora incansable. Estudia mucho y sabe escuchar. Y eso es central para que nos sintamos tan cómodos. Está siempre atenta. Es excelente”, señala de manera taxativa Fattoruso.

Un poco de historia

Hugo Fattoruso, en su hábitat natural, el piano. Foto: Fede KaplunHugo Fattoruso, en su hábitat natural, el piano. Foto: Fede Kaplun

Hugo Fattoruso nació el 29 de junio de 1943 en el barrio La Comercial, en Montevideo, hijo de Josefina y Antonio, que fueron un fuerte respaldo tanto para Hugo como para Osvaldo (1948-2012), su hermano, un baterista maravilloso. Mientras que a Josefina le fascinaba la ópera y la música clásica, a Antonio, el jazz. Un hogar donde había música todo el tiempo.

Hugo comenzó con el acordeón, siguió con el piano y también con la guitarra. A los cuatro años tuvo su acordeón y una profesora, Polola. A la vuelta de su casa vivía un músico que llamaban Juan Tormenta, que tocaba el acordeón. Un día jugando en la calle con un aro, Hugo se acercó hasta la ventana de la casa de Tormenta, donde ensayaba, y escuchó el acordeón.

“Quedé hipnotizado. Su sonido me fascinó Creo que hacía música brasileña. Fui hasta mi casa y le pedí un acordeón a mi papá”, recuerda Fattoruso, que ya tocaba algo en el piano familiar junto a su padre.

Desde ese momento, fascinado por el acordeón a los cuatro años, no dejó la música.

Hugo y el piano, una escena repetida. Foto: Archivo FattorusoHugo y el piano, una escena repetida. Foto: Archivo Fattoruso

Pasaron Los Shakers (un grupo por el sentía una especial admiración Luis Alberto Spinetta), Opa, Grupo de Cuareim, Los Pusilánimes, La Escuelita, Trío Fattoruso, Rey Tambor, Dos Orientales, HA Dúo, Barrio Sur, Trío Oriental y Cuarteto Montevideo.

Además de infinitas colaboraciones con músicos como Chico BuarqueMilton Nascimento, Eduardo Mateo, Joao Bosco, Hermeto Pascoal, Djavan, Rubén Rada, Jaime Roos, Leo Masliah, Flora Purim, Jorge Drexler, Fernando Cabrera, Beto Satragni, Pedro Aznar, Fito Páez, Luis Salinas y León Gieco, entre otros.

Con 67 años de trayectoria, Fattoruso es un artista de una elocuente creatividad que logró crear un universo en el que el candombe se abrió a otros géneros a partir de sus innovadoras propuestas.

Fuente: https://www.clarin.com/espectaculos/musica/padre-candombe-cumple-80-anos-ciclista-peloton-cabeza-doy-adelante-_0_aLsX2mgQhh.html