El MACBA: ampliación y dos nuevas muestras

El museo, especializado en abstracción geométrica, promete exhibir otros movimientos y sumar un nuevo piso.

La consagración trae confianza, y cumplir 10 años más. El Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (MACBA), especializado en abstracción geométrica, celebra en septiembre su primera década de vida y abre de manera oficial un camino a la exhibición de otros movimientos, sin abandonar su esencia. A su vez, promete una ampliación de su espacio en pleno San Telmo y continuar apostando a la gestión cultural desde el sector privado.

Como inicio de la nueva etapa el viernes inaugurará dos muestras, mientras las obras que conforman su colección permanente, la que reunió su fundador Aldo Rubino, descansan entre Nueva York, Londres y París cuando no están colgadas en un museo o a préstamo para alguna muestra.

Rubino vive en la actualidad en París, a donde la postpandemia lo llevó desde su anterior base, Nueva York. Creció en el barrio del Abasto, hijo de inmigrantes italianos, estudió en la escuela pública y luego desarrolló su carrera profesional en el mundo financiero en Estados Unidos. En los ‘80 comenzó a coleccionar arte, pero no fue hasta bien entrados los 2000 que abrió su fundación. Ambicioso y ansioso por profesionalizar su pasión, fundó su propio museo con una colección de apenas 50 obras.

Este jueves 1° de septiembre el museo cumple 10 años. En 2010 Rubino compró un terreno en la avenida San Juan y Defensa, al lado del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, donde funcionaba un estacionamiento y levantó el edificio que él había proyectado en su mente: líneas simples, abundancia de concreto, vidrio y una rampa que se volvió en un elemento característico del lugar. “Yo tenía una colección coherente de abstracción geométrica y un edificio distintivo”, recuerda sobre aquellos días, de visita en Buenos Aires para conmemorar el aniversario de su proyecto.

Las 50 obras iniciales con las que se animó a debutar a lo grande en la escena artística porteña hoy ya suman 500. La colección se compone en un 70% artistas extranjeros y un 30% latinoamericanos.

En esta primera década el MACBA realizó 60 muestras, 12 de las cuales fueron en museos del exterior. “Instalamos un tema que es que la abstracción geométrica sea parte de la conversación del mundo del arte argentino”, sostiene el director ejecutivo, Juan Carlos Lynch.

Hubo obras de la colección del MACBA en el MOMA de Nueva York, el Museo de Arte Moderno de San Francisco, el Centro Pompidou de París, el Museo de Bellas Artes de Boston, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Museo de Arte Moderno de París, la Fundación Bayeler de Suiza, Museo Guggenheim Bilbao, Museo de Arte Moderno de Viena (MUMOK), el Kunstmuseum de Stuttgart, el Museo Kunsthal de Rotterdam, entre otros.

Para Rubino su función como coleccionista y promotor del arte responde a una misión social: brindar cultura y educación a la Argentina. “Siempre fue una gran preocupación mía porque entiendo que países más cultos y mejor educados evitan tener malos gobiernos y son países mejores”, reflexionó días atrás junto a un grupo de periodistas.

Rubino cuenta con orgullo que recibe el asesoramiento constante de Serge Lemoine, especialista en abstracción geométrica y exdirector del Museo D’Orsay. También habla con orgullo sobre la primera obra que colgó en el museo, Avall (1975) de Victor Vasarely, padre del Op Art

La colección también cuenta con piezas de Richard Anuszkiewicz, fundador del Op Art en EEUU; Carlos Cruz Diez; Max Bill, uno de los fundadores del movimiento de arte concreto en Suiza; Carmelo Arden Quin (que por estos días se exhibe en el Bellas Artes); Martha Boto; Peter Halley; Donald Judd, una de las figuras centrales del Minimal Art; Vera Molnar, una de las figuras más relevantes de la escena europea; la emblemática obra de Sarah Morris Sony Building (2004); Aurelie Nemours; Leila Tschopp; Claude Tousignant, el artista más importante de Canadá de Op Art; Claude Viallat, fundador del movimiento Soportes-Superficies; y los argentinos Roberto Aizenberg; Julio Le Parc; Alfredo Hlito; Gyula Kosice; Rogelio Polesello; Alejandro Puente; Josefina Robirosa; Kazuya Sakai; Marta Minujín, con su icónica obra Freaking on fluo (2010), entre decenas de otros.

El futuro cercano y el inmediato del MACBA En los próximos meses esta previsto ampliar la capacidad del museo un 25% con la adhesión de un quinto piso. Será un proyecto financiado con fondos propios porque, como sostuvo Rubino, “el sector privado tiene que involucrarse en la cultura”.

Dos muestras

En lo inmediato, el viernes, en coincidencia con el aniversario, el museo inaugurará dos muestras individuales de artistas que no comulgan con la abstracción geométrica, ambas con curaduría de Florencia Qualina. “Vamos a tener lenguajes más cruzados que en otras oportunidades”, adelanta el empresario, pero aclara que la colección seguirá con la misma impronta con la que nació y que la dotó de prestigio internacional.

Por un lado, Pablo Rosales inaugurará Visibilidad Variable, una selección de obras realizadas en los últimos 20 años donde la impronta urbana del antes y del hoy se percibe en todos sus trabajos. El artista redescubre los objetos que conforman o conformaron nuestra cotidianeidad ciudadana: ya sea la representación gigante de un viejo boleto de colectivo o una nueva mirada sobre las baldosas de la vereda.

En sus obras hay además guiños a la historia del arte, a las técnicas que utiliza como el stencil y el deliberado gesto de mostrar los objetos que repite en sus trabajos. Pablo Rosales redescubre los objetos que conforman o conformaron nuestra cotidianeidad ciudadana.

En tanto, Diego De Aduris presentará La llave y el testigo, una explosión de colores vibrantes, texturas, materiales reutilizados, diseño de moda y performance. La muestra reúne dibujos, videojuegos, pinturas, videos e instalaciones que parecen invitar a portales abiertos a un mundo de ilustraciones a medio camino entre el código infantil, el patchwork y, como lo define la curadora “un culto” que solo responde al mundo creado por las múltiples facetas de Aduris.

Para 2023, el MACBA promete arrancar el año con una exhibición dedicada a Josefina Robirosa y Kenneth Kemble curada por Rodrigo Alonso. Para la segunda mitad, será el turno de Jacques Bedel.

Ficha

Visibilidad Variable, de Pablo Rosales. La llave y el testigo, de Diego De Aduris
Dónde: MACBA, avenida San Juan 328.
Cuándo: todos los días de 12 a 19, excepto los martes. Del 2 de septiembre al 20 de noviembre.
Entrada: $500.

Fuente: https://www.clarin.com/cultura/empezo-50-obras-lleva-10-anos-macba-consolida-san-telmo-planes-ampliacion-nuevas-muestras_0_3d8DRXd3x6.html