La tendencia se repite en el resto del país con una baja del 30% en casi una década. El Instituto del Diagnóstico (IADT) cerró el área. En el Anchorena de Recoleta redujeron el espacio.

En Argentina nacen cada vez menos bebés. Desde hace casi una década los nacimientos vienen en picada y hoy son un 30% menos que en 2014, cuando arrancó la tendencia decreciente. En la Ciudad, la baja supera el 40%. Esos números tienen como correlato el cierre de maternidades.El cierre del área de maternidad en el Instituto Diagnóstico (IADT) no es un dato menor. 

El número de nacimientos en el país viene bajando desde 2016. Ese año hubo 777.017 partos contra 529.794 en 2021. La tasa de natalidad cada 100 mil habitantes también viene en descenso desde 2015. La reducción lleva varios años acumulados y se replica tanto en ámbitos públicos como privados.

Según la Dirección de Estadísticas e Información en Salud del Ministerio Nacional, en 2020 la estadística cada mil habitantes era de 11,8, pero en 2021 se redujo a 11,6.

Los registros oficiales muestran que en la Ciudad de Buenos Aires los nacimientos tuvieron una fuerte baja en los últimos cinco años. Pasaron de 75.577 en 2016 a 44.431 en 2022 (2.914 en lo que va de 2023). Lo que representa una baja del 41,25% en ese periodo.

“Hoy, las maternidades públicas y privadas tienen la mitad de los nacimientos que registraban en 2015”, ratifica Leonardo Mezzabotta, vicepresidente de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Buenos Aires (SIGOBA).

El caso del IADT y otras maternidades

«Lamentamos comunicar el cierre definitivo de los servicios de Obstetricia, Maternidad y Neonatología», comunicó el IADT en su página web en septiembre.

«El volumen de la actividad obstétrica y neonatal en nuestro sanatorio ha experimentado un declive pronunciado en los últimos años que nos lleva a la imposibilidad de continuar ofreciendo los servicios de esas áreas», señalaron.

El cierre del área de maternidad del IADT causó sorpresa. Si bien se desconoce la causa de la intempestiva decisión, las fuentes consultadas evalúan que se trató de una ecuación económico comercial bajo el signo de costo beneficio.

¿Por qué? “Siempre tuvo más actividad quirúrgica en cirugía general y traumatología. Creo que fue una decisión regida por lo administrativo y comercial antes que por el descenso de nacimientos”, marca Pérez Tomassone.

“Tener abierto Servicios de Obstetricia y Neonatología de alta calidad y complejidad con un bajo número de nacimientos es antieconómico”, cierra Casale.

Por su parte, Roberto Casale, jefe en el departamento perinatal del Hospital Posadas, agrega que en Provincia cerró la maternidad de la Clínica Tachella de Haedo porque se reconvirtió en un espacio quirúrgico. Por lo bajo, un empresario de salud desliza que varios servicios se vienen planteando qué hacer con el área de maternidad.

“La caída es paulatina. Hoy, tenemos 2.700 nacimientos por año cuando antes eran 4.000. El número se redujo en un 40% y en Ciudad de Buenos Aires la caída es del 50%. Otro ejemplo, en el Hospital de Ramos Mejía descendieron entre un 20 % y 25%”, ilustra Casale.

María Taborda trabaja como médica obstetra en el Sanatorio Anchorena de Recoleta desde el 2018. “Es un tema que a todos nos llama la atención. En 2018 teníamos todo el cuarto piso destinado a obstetricia, es decir, desde la cama 401 hasta la 426. Con el paso de la pandemia, la mitad de las camas se tuvo que destinar a otras demandas clínicas. La realidad es que en maternidad no volvimos a necesitar de todo el espacio. Hoy, con medio piso nos alcanza”, le cuenta a Clarín.

“La ecuación es fácil: sobran camas de maternidad y por eso se ocupan con otras especialidades”, plantea Mario Sebastiani, médico del comité de bioética del Hospital Italiano., en diálogo con este medio. “La disminución del número de nacimientos hace que las áreas destinadas a maternidad sean ocupadas por otros rubros como, por ejemplo, cirugía ginecológica o cirugía general”, explica.

Y Mezzabotta, que también está a cargo de la jefatura de la unidad obstétrica del Hospital Argerich y del Sanatorio Los Arcos, agrega: “La disminución de nacimientos implica que sobren camas en maternidad y esto ofrece mayor disponibilidad para resolver otras situaciones médicas, clínicas o quirúrgicas. También, que haya menos lista de espera para tratar determinada afección”.

De hecho, Néstor Vain, Jefe del Servicio de Pediatría y Neonatología del Sanatorio de la Trinidad en Buenos Aires, subraya que en la mayoría de los sanatorios privados, el área de maternidad se puede usar o compartir con internaciones clínicas o quirúrgicas.

Múltiples motivos en juego

En el 2004, se aprobó la Ley de Salud Sexual y Reproductiva que brindó acceso a métodos anticonceptivos y con ello marcó un cambio cultural en la Argentina.

“El resultado de la aplicación de esta ley influyó en la baja de la tasa de natalidad lo cual empezamos a visibilizar antes de la pandemia”, destaca Casale.

Los especialistas consultados por Clarín coinciden en la dificultad de señalar un único factor responsable por la caída pero explican las posibles causas.

¿Cuáles son las causas? Para Mezzabotta están vinculados con la ampliación de los derechos y al programa de salud sexual y reproductiva dentro del cual la interrupción del embarazo es ley desde diciembre de 2020.

“La baja de natalidad implica una sociedad en la que el número de hijos se va reduciendo. Esta caída se origina porque las personas deciden concebir menos hijos o tenerlos tardíamente. Al haber mayor accesibilidad a los métodos anticonceptivos y a la interrupción voluntaria del embarazo, se pueden plantear cuándo y cuántos”, desarrolla Mezzabotta .

Y advierte que este fenómeno no implica que haya menos recursos. “Cuando la actividad es menor se puede mejorar la calidad de atención, disponer de más recursos humanos para ofrecer una mejor respuesta en un escenario complejo”.

“En relación al por qué es multifactorial: empoderamiento de la mujer, que trabaja fuera del hogar. Menos uniones matrimoniales. Más preocupación por su carrera laboral, edad más tardía para decidir embarazarse. Hoy en día, los nacimientos por un primer embarazo suceden a los 35 o 40 años de la mujer lo cual hace 15 o 20 años era mucho menos frecuente”, justifica Vain.

Por su parte, Ignacio Pérez Tomasone, obstetra en el Hospital General de Agudos Piñero, detalla: “Hay menos embarazadas porque los planes que apuntan a disminuir el embarazo no intencional están funcionando mejor. Funcionan los planes de planificación familiar, los planes de anticoncepción, el aconsejamiento para disminución de embarazo adolescente y el IVE. Todo ello repercute en el índice de natalidad”.

Por otro lado, Sebastiani señala: “Lo atractivo para las instituciones de la seguridad social no es tanto la atención del parto y del puerperio, sino la posibilidad de tener internaciones en neonatología por prematurez o por cirugías por alteraciones estructurales del recién nacido. Si merman los nacimientos, mantener una unidad de cuidados intensivos neonatales es probablemente muy oneroso”.

Entre otras de las causas que motivan la caída de nacimientos, Taborda menciona: “Creo que hay una parte de la generación que decide alargar la maternidad y otra que opta por no tener hijos”.

Y Casale, que también es jefe de obstetricia del Sanatorio Trinidad Ramos Mejía, enfatiza: “Creo que es el momento ideal para que las mujeres se empoderen y soliciten que la maternidades se conviertan en lugares seguros y de alta complejidad tecnológica. También, para redistribuir las enfermeras neonatólogos y obstetras a trabajar en esos lugares. Así, las madres van a ser mejor atendidas”.

Una tendencia mundial

Sebastiani observa una tendencia que se ve en todo el mundo. Comienza diciendo que en los países donde se restringía la natalidad (China), hoy abrieron la posibilidad de tener más hijos pero la población responde con una disminución de la natalidad (Europa , Japón y nuestras zonas).

“Un aspecto es la enorme mejoría en los métodos anticonceptivos que se ha dado en las últimas dos décadas. El mandato de tener hijos va desapareciendo. En Francia, hay encuestas que hablan de un 20% de las mujeres que no quieren tener hijos e, incluso, cada vez es más frecuente la vasectomía en hombre y la ligadura tubaria en mujeres a muy corta edad”, refuerza Sebastiani.

Y define: “Es una sociedad que premia el rol de la mujer en el mundo del trabajo, la investigación , la política y no la crianza”.

Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/bajan-40-nacimientos-ciudad-empiezan-cerrar-maternidades_0_SKkVNdb6XD.html