La historia de Hannah y su DNI rectificado: “Fue el primer paso para lograr un montón de cosas”

A partir de cambiar su documento, pudo acceder a distintos derechos, como las 12.655 personas que rectificaron su DNI desde 2012.

“No quería que me llamaran como varón, ni usar el pelo corto. Pero vivíamos en otro mundo, no podía mostrarme como realmente era”, cuenta Hannah Palacios. El nombre Hannah lo sacó de un videoclip de los Backstreet Boys. “Había una morocha que sostenía un cartel que decía Hannah con J, yo lo adapté”, suma. Hace 25 años que transicionó y empezó a pedir que le dijeran así, pero recién hace 10, con la sanción de la Ley de Identidad de Género que hoy cumple una década, pudo oficializarlo en su partida de nacimiento y en su DNI.

La rectificación de sus documentos, en los que hoy figura como mujer, implicó mucho más que un cambio formal de género: “Fue un alivio enorme y me abrió muchas puertas, entre ellas, me dio la posibilidad de transformarme en mamá”.

Hannah se crió en Lanús como la tercera de ocho hermanos o al menos de esa manera se sintió ella. “Era la tercera, aunque mi familia me trataba como hombre”, recuerda. “Mi mamá me pegaba porque yo me vestía con la ropa de mi hermana. En el colegio jugaba a la rayuela y al elástico con las nenas y los fines de semana me pintaba las uñas a escondidas para ir a los asaltos”, comparte.Hannah Palacios pudo rectificar su partida de nacimiento en 2012, a partir de la sanción de la Ley de Identidad de Género. Foto: Fernando de la Orden

Hannah Palacios pudo rectificar su partida de nacimiento en 2012, a partir de la sanción de la Ley de Identidad de Género. Foto: Fernando de la Orden

Una de las personas más importantes con las que coincidió en su adolescencia fue “La Colo”. “Era una mujer trans, la primera que conocí. Ella, que falleció hace unos años, siempre intentó ayudarme. Me insistía con que terminara el secundario, quería que no ejerciera la prostitución”, entiende hoy Hannah, que si bien apuntó a seguir sus consejos, no pudo alejarse de lo que en aquella época era la única salida económica posible para una mujer trans.

“Aguanté todo lo que pude, pero mi familia me rechazaba y discriminaba y, a mis 21 años, con tres materias pendientes del colegio, me fui de la casa y empecé a prostituirme en Constitución y Once”, relata. Y sigue: “Conocí de todo. Así como estuve con personas buenas, también me crucé con gente de mierda. Fueron 15 años”.

A los 36, logró salir. Lo hizo con ayuda de Attta, la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina. “Llegué gracias a una amiga y no me fui más”, resume.Hannah Palacios rectificó su DNI en 2012. Foto: Fernando de la Orden

Hannah Palacios rectificó su DNI en 2012. Foto: Fernando de la Orden

Eso ocurrió en 2012, año clave para ella y para el colectivo LGBTIQ+. “Mi vida dio un giro a partir de la orientación y el apoyo de Attta y de la Ley de Identidad de Género. Cuando salió, me apuré a iniciar el trámite para rectificar mi partida de nacimiento. Ese fue el primer paso para lograr un montón de cosas”, asegura.

Se revinculó con su familia, consiguió trabajo dentro de Attta, pudo hacerse monotributista y acceder a una obra social. “Llevaba años sin controles médicos porque en el hospital me llamaban por mi nombre de varón y la pasaba mal. Todavía me acuerdo del ´Palacios, Gabriel´. Yo les pedía que al menos pusieran entre paréntesis ´Hannah´ y me respondían que no, que yo era Gabriel”, se lamenta.

El DNI con su nueva identidad de género la ubicó en otro lugar. Dejó de pedir favores o intentar “negociar” y empezó a exigir por el cumplimiento de sus derechos. “Respirás de otra manera, te enfrentás al mundo de otra manera. Sentí alivio y alegría”, expresa.

«Me capacité como promotora de Salud. Trabajé para Attta y después para Casa Trans, un espacio de contención y asesoramiento para nuestro colectivo donde realizo testeos rápidos de HIV y vacunación”, detalla. Ya con un empleo formal, decidió terminar el secundario. Se recibió siendo Hannah.Hannah Palacios rectificó su DNI en 2012. Foto: Fernando de la Orden

Hannah Palacios rectificó su DNI en 2012. Foto: Fernando de la Orden

En Casa Trans también se enamoró de un varón trans que gestó al hijo en común, que hoy tiene un año y tres meses. “Siempre tuve el sueño de ser mamá, pero no lo veía posible. Mi bebé es todo para mí”, agrega Hannah.

El cambio de género en los papeles colaboró durante la gestación, aunque destaca que socialmente aún queda mucho por hacer: “No fue fácil el embarazo de mi ex pareja. A él lo trataban en femenino y a mí en masculino. Nuestra experiencia me demostró que no todo el personal de salud está capacitado en temas de género”.

Le cuesta pensarse a futuro, responder por sus planes para dentro de algunos años. “La vejez trans no es sencilla. Tengo 46 y la expectativa de vida de nuestro colectivo es muy baja”, señala.

En este sentido es que pide por las nuevas generaciones, para que no pasen por lo mismo que ella. «Hay que insistir sobre el cupo trans para que puedan estudiar y acceder a un trabajo digno. Esto no es por mí, es para que las y los que vengan se eviten situaciones de abuso y discriminación, esto es por las próximas Hannahs”, cierra.

Día histórico

Después de un debate del que participaron 25 oradores, con 55 votos a favor, ninguno en contra y una única abstención, el Senado sancionó la Ley de Identidad de Género. Pasó hace exactamente 10 años: el 9 de mayo de 2012. El proyecto ya contaba con media sanción de Diputados del 1° de diciembre del año anterior con 167 votos positivos, 17 negativos y 7 abstenciones.

La ley señala que “toda persona podrá solicitar la rectificación registral del sexo y el cambio de nombre de pila e imagen, cuando no coincidan con su identidad de género autopercibida” que puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento.

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Desde la implementación de la norma (la N° 26.743) hasta el 31 de marzo de este año, 12.655 personas rectificaron su DNI. Del total, 335 ya fallecieron.

Casi el 62% de las personas que cuentan con su nuevo DNI solicitaron el cambio al género mujer (son 7.635), mientras que poco más del 35% al género varón (4.331).

El año pasado, se sumó a la ley el decreto N°476/21 para incluir con una X al género no binario, es decir, a aquellas personas que no se sienten mujeres ni varones.

Entre el 21 de julio de 2021 y el 31 de marzo de este año, 354 personas (el 2,87%) pidieron su DNI con la nomenclatura X, según datos que surgen de un informe realizado por la Dirección Nacional de Población del Renaper, dependiente del Ministerio del Interior.

La mayoría de las personas que hicieron el cambio son adultos jóvenes: el promedio es de 33 años. Más del 40% tiene entre 18 y 29 años. La franja etaria de 30 a 39 se lleva otro 28%, mientras que los de más de 40 representan al 27,4%. El 4,6% son menores de edad.

El 34,4% de quienes rectificaron sus documentos residen en la Provincia de Buenos Aires. De la Ciudad es casi un 12%. Luego Santa Fe (8,78%), Córdoba (8,21%), Salta (4,49%), Tucumán (4,21%), Mendoza (3,36) y Entre Ríos (2,77%).

Cada 100.000 habitantes de Argentina, 26 rectificaron su DNI. En la Ciudad, la cifra aumenta a 47 cada 100.000.

El promedio de edad de muerte de las 335 personas fallecidas que rectificaron su DNI es de 40 años. La mitad murió antes de los 44; el 75%, antes de los 53; y el 25%, antes de los 33.

Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/identidad-genero-historia-hannah-dni-rectificado-primer-paso-lograr-monton-cosas-_0_3uEOqxNMBI.html