Es un hecho, la pubertad está llegando antes. Un incremento de la obesidad en la edad infantil, los plásticos e insecticidas cuyos componentes afectan a las hormonas sexuales parecen ser las causas más plausibles. No obstante, esa anticipación no es perjudicial para la salud. Diferente es si hablamos de pubertad precoz, que amerita tratamiento pues tiene consecuencias en el crecimiento.

Medio rostro de niño y otro medio de adolescente
  1. María R. Lagoa

María Jesús Ceñal, secretaria de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA), asegura que la pubertad lleva siglos adelantándose. Sin embargo, reconoce que en los últimos quince años se ha producido una aceleración manifiesta. Manuela Buño, endocrina pediátrica del Hospital Quirónsalud de A Coruña, y Jorge Muñoz, director del Espacio Jorge el Pediatra, coinciden en que esta etapa de la vida aparece a más temprana edad. “Lo estamos viendo todos”, comenta gráficamente Buño, quien añade que es motivo frecuente de consulta médica. 

Los especialistas sitúan ese adelanto entre un año y medio y dos años. La llegada de la primera menstruación en las niñas es una muestra clara de esta realidad, que se está produciendo prácticamente dos años antes: “Hace algo más de una década, la media de edad estaba en torno a los 14 años y ahora ha bajado a 12 años”, asegura Muñoz. Hay que matizar, no obstante, que la menstruación es una etapa de la pubertad, cuyos primeros signos son el botón mamario en las niñas y el aumento del tamaño testicular en los niños. Así, entre la salida del botón mamario y la regla suelen transcurrir aproximadamente dos años.

CuídatePlus ha preguntado a los expertos por las razones de este adelanto puberal de los últimos años. Existen varias hipótesis y también evidencias. El sobrepeso y la obesidad son los factores más repetidos. “Está estudiado que existe una interacción importante entre la nutrición y la pubertad. El aumento de la grasa corporal de la población infantil se relacionada con la pubertad adelantada”, asevera Buño.

De la misma forma, Ceñal señala que los datos demuestran que en períodos de hambruna y con problemas de desnutrición como los provocados por la anorexia, la pubertad se retrasa. “El sobrepeso engaña a nuestro cerebro y le hace creer que nuestro cuerpo ya está preparado. Además, la grasa corporal produce más estrógenos, lo que hace que se dispare la menstruación”, razona Jorge Muñoz.

Adelanto de la pubertad durante la pandemia

En este sentido, la endocrina pediátrica de Quirónsalud saca a colación estudios científicos que evidenciaron una pubertad a edad más temprana durante la pandemia de la Covid-19. En cuanto a las causas, Buño se decanta sobre todo por un aumento de la obesidad: «Es cierto que una situación de estrés puede activar el mecanismo hormonal, pero yo creo que la causa más plausible es un incremento del sobrepeso en la población pediátrica a raíz de una actividad física muy limitada, el abuso de las pantallas y el aumento de la ingesta”.

Otro motivo en el que estos especialistas coinciden tiene que ver con los disruptores endocrinos, sustancias químicas que se encuentran en plásticos y pesticidas que tienen una estructura parecida a las hormonas asociadas a la pubertad, explica Ceñal: “Cualquier molécula que se parezca a nuestras hormonas sexuales puede engañar al organismo”.

Manuela Buño menciona un tercer factor: los niños que nacen con bajo peso y, sobre todo, aquellos que tienen un crecimiento muy rápido durante los primeros meses de vida: “En ellos hay mayor incidencia de pubertad adelantada y pubertad precoz”. Por su parte, Muñoz alude al cambio climático como posible modificador: “La temperatura se ha elevado en todo el globo terráqueo y sabemos que en los países más calurosos las niñas tienen la regla antes”.

¿El adelanto de la pubertad afecta a la salud?

Sin embargo, ¿este adelanto puberal generalizado de año y medio/dos años puede tener consecuencias para la salud? La respuesta a esta pregunta es unánimemente negativa. “Es una variante de la normalidad”, asegura la portavoz de la SEMA. En primer lugar, Ceñal recuerda que la edad puberal se hereda de madres a hijas y que es un dato que hay que tener muy en cuenta: “Realmente las familias se preocupan mucho más cuando la madre ha tenido su primera menstruación tarde y la hija pronto, las madres que la han tenido pronto se angustian menos”.

El mensaje es de tranquilidad cuando los primeros signos puberales llegan a partir de los 8-9 años en las niñas y de los 9-10 años en los niños. Además, Ceñal pone el acento en una de las preocupaciones que más comúnmente surgen ante una pubertad adelantada, que es la talla final: “No hay que angustiarse por la talla. Ahora se sabe que no influye”.

Pubertad precoz

Otra cosa es la pubertad precoz, que es patológica y que requiere de un estudio para analizar los desencadenantes y de un tratamiento porque los niños que la sufren sí pueden tener consecuencias, ralentizándose su crecimiento y padeciendo trastornos de índole psicológica

Muñoz confirma que este concepto ha variado un poco en función de esa aceleración puberal general de las últimas décadas. Hoy en día se considera pubertad precoz cuando el botón mamario aparece en las niñas antes de los 8 años y se produce un aumento del tamaño testicular en los niños antes de los 9. Un aumento del vello público, el acné o manchas en las braguitas antes de esas edades son otras señales para consultar con el pediatra. Son cambios que indican que es necesario un examen médico para determinar si obedecen a otra enfermedad o a una pubertad precoz.

En este segundo caso el tratamiento es hormonal, es muy efectivo y lo instaura el endocrino pediátrico. Se utiliza un medicamento que es capaz de bloquear el eje hipotálamo-hipófisis-gónodas, que se pone en marcha con la pubertad. Se administra vía intramuscular y con periodicidad mensual o trimestral.

Fuente: cuidateplus.com