Cómo cuidar la salud de nuestra audición
La escena se repite día tras día a la hora de las noticias en televisión. A los pocos minutos se oye un “¿Qué ha dicho?” y la respuesta a la que sigue con un “¿Y entonces qué ha pasado?” “No sé, al responderte antes ya no he podido oír lo siguiente”. La presbiacusia es la pérdida progresiva de la audición debido al deterioro del sistema auditivo que, por lo general, está asociado al envejecimiento.
Si la presbicia puede asomarse en torno a los 40 la presbiacusia, la causa más frecuente de hipoacusia, que tiene una aparición mucho más tardía. Los especialistas la sitúan por encima de los 75 años en el 40 por ciento de la población de esa franja de edad y aumenta a más del 80 por ciento de los casos por encima de los 80.
La dificultad en la comunicación es la más acusada
Pérdida de calidad de vida
La pérdida de audición tiene un efecto directo sobre la calidad de vida e independencia de las personas mayores y, sobre todo, en su capacidad de comunicación. Puede que haya quienes traten de disimular que su oído ya no es el mismo intentando distraer las sospechas con excusas como “-No lo he oído porque en realidad estaba prestando atención a otra cosa”. Sin embargo, los síntomas son detectables a pesar de ser sutiles y progresivos:
– Necesitan escuchar la televisión a un volumen muy alto.
– Suelen tener dificultad para escuchar y responder adecuadamente en una conversación telefónica.
– Necesitan que, cada vez con más frecuencia, se les repitan las cosas en una conversación. Esto afecta a la calidad de las charlas porque pierden fluidez al ser constantemente interrumpidas.
– Hay más dificultad para seguir una conversación con una mujer -sonidos más agudos- que con un hombre -sonidos más graves-.
– Hablan muy alto o, por el contrario, bajan el tono de voz.
– En un lugar con ruido tienen mucha dificultad para oír o seguir una conversación.
La causa principal suele ser una degeneración del oído asociada al envejecimiento; de hecho, un estudio español confirmó en 2018 -en una investigación de laboratorio, que el gen SLC7A8 se expresa en el oído interno y que su ausencia produce sordera asociada con la edad. Sin embargo, esta pérdida auditiva también puede haber otros motivos como haber mantenido a los oídos sometidos a una exposición continuada al ruido, el uso de auriculares a un volumen muy elevado, haber sufrido un traumatismo o sufrir otitis frecuentes que no son tratadas de forma adecuada.
Son consecuencias de la presbiacusia
Ansiedad y aislamiento
Ante la aparición de la pérdida progresiva del oído pueden darse varios cuadros a nivel de personalidad. Uno de los más estudiados es el cambio de personalidad que suele ser identificado como un mayor aislamiento social. Las dificultades ser tener una comunicación fluida en sociedad, e incluso con la familia, puede llevar a las personas que no sientan que pueden seguir con facilidad las conversaciones de tres o más personas a evitar las reuniones sociales y así, poco a poco, no tener apenas relación con amigos y familia.
La salud mental también requiere atención ante la pérdida auditiva. En 2019 una revisión publicada en la revista ‘Psychological medicine’ recomendaba a investigadores y profesionales de la salud mental que tuviesen una mejor comprensión de la pérdida de oído y su asociación con trastornos como el deterioro cognitivo, la depresión, los trastornos de ansiedad, las psicosis y la calidad de vida.
Puede recomendar un enfoque personalizado
Visita al otorrino
La primera medida ante un caso de pérdida auditiva es la visita al otorrinolaringólogo. Es el especialista médico del oído y puede recomendar un enfoque personalizado. En algunos casos puede indicar que la solución pasa por la colocación de audífonos -lo que requiere un tiempo de entrenamiento y adecuación para cada persona- pero también puede recomendar una psicoterapia o -según el caso- rehabilitación auditiva con un especialista en foniatría o un logopeda para trabajar la comprensión de palabras. Ésta, se basa en acudir a un foniatra que lleve a cabo un entrenamiento vocal o a un logopeda que ayude a trabajar la comprensión de palabras.
Como prevención
Cuidados del oído
Además, como método preventivo, debemos cuidar nuestros oídos a lo largo de toda la vida. El oído nunca descansa y debemos controlar su exposición al ruido o a traumatismos como destacan las recomendaciones de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de la Cabeza y Cuello (SEORL CCC).
– Quienes estén expuestos a intensidades muy altas de ruido durante periodos prolongados deben utilizar protectores auditivos.
– Evitar las fuentes de ruido y en especial los ruidos impulsivos como petardos o disparos. Oír música a más de 110 decibelios puede provocar pérdida auditiva precoz.
– Limitar el tiempo de exposición a reproductores de música, incluido el móvil, a 40 horas semanales si el nivel de presión sonora es de 80 decibelios y a 5 horas semanales si el nivel es de 89 decibelios.
– Si hay inflamación, dolor, taponamiento, zumbidos o secreción de oído se debe pedir cita con el especialista.
Consejos preventivos
- Revisión periódica del oído a partir de los 50 años.
- Evitar el uso de aceites, soluciones salinas, gotas, agua oxigenada, bastoncillos u otros objetos para la limpieza del oído. Los especialistas recomiendan utilizar, en la limpieza del pabellón auditivo solo una toalla o una gasa.
- No recurrir a la automedicación.
- En el baño en piscinas, playas, lagos o pantanos consultar con el especialista si se requiere el uso de tapones para proteger los oídos.
- Evitar los golpes en la zona del oído. Esto es importante para quienes practican deportes de contacto.
Fuente: https://www.lavanguardia.com/vivo/longevity/20210804/7644128/como-cuidar-salud-nuestra-audicion-retrasar-presbiacusia.html