Sir Arthur Conan Doyle: el médico que creó a Sherlock Holmes

A pesar de que a Sir Arthur Conan Doyle se le conoce por la creación del detective más famoso de la literatura, Sherlock Holmes, lo cierto es que se sabe poco de su vida. Muchos la tachan de ser un persona oscura, gris y que no daba demasiados detalles sobre su amor por la literatura y su profesión como médico.

Conan Doyle nació en Edimburgo el 22 de mayo de 1859 y su paso por la universidad le ayudó a conocer a grandes escritores como Louis Stevenson y James Mathew, a los que le uniría una gran amistad a lo largo de su vida.

Aunque estudió medicina, la literatura y la ficción siempre fueron parte de la vida de Conan Doyle que aprendió la importancia de la deducción, la observación y la lógica gracias a su profesor Joseph Bell.

Logró viajar por todo el mundo cuando se enroló a bordo del ballenero Hope, que le valió para conocer rincones del planeta que jamás había imaginado y le sirvió para iniciarse en el mundo de la literatura. Sus paseos por la Antártida y Groenlandia sirvieron para conocer mucho más los entresijos del mundo marino y participó en algunas cacerías de focas y ballenas, a pesar de que se había mostrado contrario durante toda su vida.

Afición por la fotografía

Con poco dinero para abrir una clínica propia en Londres, volvió a trabajar como médico en otro barco, esta vez con dirección a África. Allí experimentó con la fotografía y publicó, por entregas, sus primeros relatos para el British Journal of Photography. Era el año 1881.

Cuando pudo abrir su primera consulta, los ingresos no fueron los esperados, así que decidió obtener ingresos extra a través de sus escritos. En 1887 publicó ‘Estudio en escarlata’ donde presentaría por primera vez a un joven Sherlock Holmes.

Auge y muerte de Shelock Holmes

Desde este momento, Sherlock Holmes y el Doctor Watson se convirtieron en dos de los personajes más famosos de la literatura de la época, tanto fue así que Conan Doyle, abrumado por esta fama, decidió «matar» a Holmes en ‘El problema final’.

Esta novela suscitó tanto revuelo y polémica en la sociedad británica que Conan Doyle decidió resucitar al personaje con ‘El regreso de Sherlock Holmes’ en 1904.

Espiritismo y ciencias ocultas

Después del éxito de sus novelas, Conan Doyle comenzó a sentirse atraído por las ciencias ocultas y por el espiritismo. Llegó a celebrar conferencias hablando del tema como un especialista y se llevó nuevamente las críticas de los escritores más célebres de Gran Bretaña.

Fue durante una gira espiritista en 1929, cuando el autor comenzó a tener un avanzado debilitamiento en su salud, que lo llevó a la muerte un año después por una parada cardíaca.

frases de Arthur Conan Doyle

A leer frases de Arthur Conan Doyle encontramos al genio que murió sepultado y absorbido por el éxito de su mayor creación, Sherlock Holmes. Sin embargo, este médico y escritor era un talento en bruto que iba mucho más allá del genio del detective más perspicaz de la historia de la literatura.

Arthur Conan Doyle estudió medicina en su Edimburgo natal. Sin embargo, ante el poco éxito obtenido con su consulta médica, aprovechó el tiempo para escribir en sus ratos libres. De esos ociosos huecos nació Estudio en escarlata, la primera aventura de Sherlock Holmes.

Ante el éxito cada vez mayor que Conan Doyle obtenía con sus libros, decidió dedicarse por entero a la escritura, dejando de lado la medicina. Sin embargo, Sherlock Holmes y su mundo junto con el doctor Watson y el profesor Moriarty acabarían por sepultar al autor que, pese a drogar y matar al detective, jamás pudo separarse de su sombra pese a ser un talentoso escritor de teatro, poesía e incluso de ciencia ficción.

Frases de Arthur Conan Doyle

  • Donde no hay imaginación, no hay horror
  • El mundo está lleno de cosas obvias que nadie por casualidad observa jamás
  • Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad
  • Watson, posee usted el don inapreciable de saber guardar silencio. Eso le convierte en un compañero de valor incalculable
  • Mi nombre es Sherlock Holmes y mi negocio es saber lo que otras personas no saben
  • El sobresalir en el ajedrez, Watson, es signo de una mente intrigante
  • De todos los fantasmas, los fantasmas de nuestros antiguos amores son los peores
  • No sirve de nada alimentarse de esperanzas y después desengañarse
  • Nunca adivino. Se trata de un hábito destructivo que choca con la lógica del profesional
  • Como regla general -dijo Holmes-, cuanto más extravagante es una cosa, menos misteriosa suele resultar
  • La mediocridad no conoce nada superior a sí misma, pero el talento instantáneamente reconoce genios
  • No hay nada más estimulante que un caso donde todo va contra usted
  • Toda la verdad es mejor que la duda indefinida
  • Con frecuencia he ganado la comprensión real de la naturaleza de los padres mediante el estudio de los hijos
  • Las mujeres son secretistas por naturaleza, y les gusta practicar el secreto por su cuenta
  • Es un error capital teorizar antes de tener datos

Leyendo estas frases de Arthur Conan Doyle, algunas extraídas de sus libros y otras pronunciadas por él, encontramos una personalidad arrolladora, inteligente e intrigante.

Fuente: https://okdiario.com/historia/sir-arthur-conan-doyle-medico-que-creo-sherlock-holmes-7476428