Mareos y vértigo: en qué se diferencian

El origen puede ser tan sencillo como una otitis o un movimiento de otolitos hasta -muchos menos frecuente- un ACV. Qué tener en cuenta.

Pregunta: Tengo 70 años y quiero tener información respecto a mareos y vértigo que aparecen de modo repentino.

Es una consulta frecuente, y que puede preocupar e incluso llegar a angustiar: los mareos no solo son inhabilitantes, sino que también solemos asociarlos con enfermedades graves.

Sin embargo, el abanico de posibilidades por las cuales podemos llegar a sentir mareos es muy amplio. La forma de abordar el problema y de llegar al diagnóstico dependerá de factores tales como desde cuándo se experimentan, de qué tipo son y si están o no acompañados de otros síntomas.

Una consulta frecuente en la tercera edad

Los adultos mayores son efectivamente más propensos a tener vértigos, mareos e inestabilidad, a causa del deterioro o el desgaste de la función de las diferentes estructuras que participan del equilibrio: visión, oído interno y sistema nervioso central.

Además de la preocupación que los episodios de vértigo y/o mareos pueden generar, lo cierto es que estos problemas de salud aumentan el riesgo de caída, afectan la independencia y la autonomía.

Vértigo, mareo o inestabilidad

«La palabra mareo significa diferentes cosas para cada paciente», reconoce la otoneuróloga Marina Rosende, jefa del área de Otoneurología del Hospital Italiano.

«Por ejemplo, para algunas personas es la autopercepción de que se está girando como si se estuviera en una calesita o que gira el mundo exterior a su alrededor; a este síntoma lo vamos a denominar vértigos«, amplía.

«En cambio -contrapone-, cuando sienten la cabeza embotada, pesada, rara o que su orientación en el espacio es alterada entonces hablamos de mareo«, define.

Por último, existe una sensación de inestabilidad al caminar o al estar de pie, que se traduce en la desviación del cuerpo al caminar hacia un lado específico, o en cualquier sentido.

Mareos recientes

«Ahora bien, para poder acercarnos al por qué de los síntomas de nuestro paciente, debemos saber además hace cuánto tiempo los padece. Si es de reciente aparición lo denominamos vértigo o mareo agudo, y las causas pueden ser benignas, como un proceso inflamatorio del oído interno», explica.

En este caso, los mareos pueden deberse a procesos virales o bacterianos que afectan al oído interno, como una otitis.

Mucho menos frecuente, existen causas como un accidente cerebrovascular. «Es necesario realizar un examen exhaustivo para poder diferenciar ambos cuadros», precisa.

Mareos crónicos 

En contraposición, si el paciente informa que estos síntomas se padecen desde hace tiempo y de manera persistente, se trata de un cuadro crónico.

«En ese caso, las causas pueden ser por ejemplo una disminución en la función de uno o ambos vestíbulos, que es la región del oído interno que participa en el equilibrio; o bien por trastornos multifactoriales en los adultos mayores».

Sin embargo, Rosende explica que lo más frecuente es que estos síntomas aparezcan «de manera episódica o recurrente, como en crisis, separadas por etapas libres de síntomas», describe.

En estos casos, puede tratarse de enfermedades que afectan al oído interno.

– Vértigo posicional benigno: Es la más común, considerada incluso la causa de vértigo más frecuente en el mundo. «Al menos una de cada tres personas va a tener un episodio de estos», afirma la médica para graficar lo corriente de este trastorno.

Se trata de un movimiento dentro del oído interno de los otolitos, que son cristales de calcio normales, que migran sin causa aparente. La consecuencia es que al mover la persona su cabeza, los otolitos se muevan con el cambio de posición, como levantarse de la cama o mirar el techo, y se genere vértigo.

– Enfermedad de Meniere: trastorno poco frecuente en el que el paciente, además de sufrir de vértigos, tiene hipoacusia unilateral, o sea, una disminución de la audición en uno de sus oídos.

 Hipotensión ortostática: en este caso se trata de una disminución de la tensión arterial que se produce al ponerse de pie luego de estar sentado o acostado.

Otros síntomas asociados

De tratarse de procesos agudos, la profesional explica que el vértigo por sí mismo puede generar náuseas, vómitos, palidez, sudoración, manos frías, taquicardia y hasta diarrea. «Estos síntomas pueden ser de variada intensidad y pueden presentarse todos juntos o aisladamente», advierte.

A su vez, aclara que las crisis de vértigo suelen comportarse como grandes desencadenantes de angustia, miedo, ataques de pánico. «Esto es por la manera intempestiva y sorpresiva en que pueden aparecer.»

Los mareos y el vértigo, dependiendo cuál sea su causa, también pueden asociarse a hipoacusia en un oído, zumbidos, sensación de oído tapado, dolor de oído (otalgia) si es de causa vestibular.

Otras veces puede producir secundariamente contractura y dolor cervical, aumento de la tensión arterial y cefalea.

¿Cómo se tratan los mareos?

Si de lo que se trata es de un cuadro agudo, la premisa es hacer desaparecer -o al menos mejorar- los síntomas desagradables.

En estos casos, puede recetar al paciente medicamentos antivertiginosos y antinauseosos, a los que se pueden sumar -de ser necesario- ansiolíticos en casos puntuales, o analgésicos para aliviar cefaleas y dolores cervicales.

En los casos en los que se conozca la causa, el tratamiento «estará diseñado a medida del paciente, y pueden ir desde medicamentos a procedimientos específicos para tratar el problema, como rehabilitación del equilibrio», sostiene la otoneuróloga.

La profesional destaca la importancia de que la persona conozca qué le ocurre y por qué, lo que suele traducirse en un control de la ansiedad, disminución del miedo y prevención del pánico.

«Es fundamental la educación del paciente, es decir, enseñarle por qué tiene los síntomas, cómo se van a presentar o a evolucionar, qué medidas de adoptar en caso de nuevas apariciones del síntoma, dar consejería de cuidados en el hogar, qué hacer y qué no hacer», concluye.

Fuente: https://www.clarin.com/buena-vida/mareos-vertigo-diferencian-pueden-causas-consultar_0_3vANbA159m.html