Lo que sueñan las niñas: un mundo con igualdad de oportunidades

Por Martina Gómez, líder regional de Girl Up Argentina, un movimiento liderado por las juventudes que entrena, conecta, e inspira a las niñas y juventudes en su activismo por la justicia de género en la región.

El Día Internacional de la Niña nos invita a reflexionar sobre el camino hacia la igualdad de oportunidades. En un mundo ideal, todas las niñas tendrían las mismas oportunidades y el mismo apoyo para alcanzar su pleno potencial. El 11 de octubre nos ofrece un marco para seguir amplificando sus voces, creando espacios para que hablen y compartan experiencias. Desde Girl Up soñamos con un mundo en el que la equidad sea una realidad, y queremos compartir, junto a las lideresas de los clubes en la Argentina, nuestra visión de cómo se vería ese mundo.

Un mundo con igualdad de oportunidades para las niñas significa que el acceso a la educación y a la salud y los derechos sexuales, reproductivos y (no) reproductivos sean fundamentales para adquirir los conocimientos y aptitudes que necesitan para tomar decisiones con conocimiento de causa. Sin embargo, el acceso a estos derechos básicos suele estar determinado por las normas sociales de género y los tabúes en torno a su sexualidad y su papel en la sociedad, por lo que es importante involucrarlas tanto a ellas como a los miembros de la comunidad en la conversación.

Para muchas, un mundo con equidad significa que todas las niñas tengan acceso a una educación de calidad. Según datos de la Unesco, en la actualidad, más de 130 millones de niñas en todo el mundo no asisten a la escuela; en la Argentina, según Unicef, si bien el 92% de las adolescentes en edad de cursar la educación secundaria se encuentran en la escuela, el 8% restante cursa con rezago y están fuera del colegio. Y esto se debe a múltiples motivos: al embarazo no planificado en la adolescencia; a realizar tareas de cuidado; a situaciones de violencia.

En un mundo con igualdad estas brechas se cerrarían y todas las niñas tendrían acceso a oportunidades educativas. Esto no sólo significa igualdad en el acceso a la educación, sino también la eliminación de estereotipos de género en los planes de estudio y la promoción de carreras STEM -que abarcan disciplinas como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas- desde una edad temprana. Este mundo con equidad nos lleva, además, a reflexionar sobre acceso equitativo a servicios de salud de calidad, incluyendo atención médica sexual y (no) reproductiva. Las niñas tendrían la libertad de tomar decisiones informadas sobre su salud y bienestar, sin restricciones basadas en el género.

Este mundo con igualdad de oportunidades se traduciría, también, en una mayor participación política de las niñas. La representación en la toma de decisiones les permite influir en las decisiones que afectan sus vidas y comunidades y crear, así, políticas más inclusivas y equitativas.

Imaginar un mundo con igualdad de oportunidades para todas las chicas es fundamental. Junto a Unicef, este Día de la Niña, alentamos a escuchar la voz de las niñas y adolescentes del presente y mujeres del futuro: así podremos construir un mundo de respeto y equidad, donde cada una pueda ser quien quiera ser.

Fuente: Télam