Jugar está de moda y la cuarentena intensificó la tendencia. Éxitos del momento y por qué apuestan más al humor y la creatividad que a la suerte.

Si la tendencia estaba en alza, la cuarentena terminó de consagrarla. El auge de los juegos de mesa, que llevaban algún tiempo recuperando lugar y convirtiéndose en un gran plan para las noches de amigos, encontró su summum en el confinamiento y el mayor tiempo en familia. Se desempolvaron los clásicos, se compraron y aprendieron los más nuevos y sentarse a despuntar partidas se convirtió en uno de los grandes escapes de este tiempo. Lejos de las malas noticias, jugar resultó un punto de unión y desconexión.

Un nuevo abanico. Pero aunque es ahora cuanto más se están tirando los dados y avanzando las fichas, lo cierto es que esta movida ya llevaba un tiempo orquestándose. Por el 2008, por ejemplo, los hermanos Candelaria y Agustín Mantilla crearon Maldón, uno de los emprendimientos de juegos más originales y aplaudidos del mercado. La piedra basal fue “El Erudito”, un juego de preguntas y respuestas donde lo importante no es tanto saber como razonar, y cuya estética estuvo a cargo del dibujante Liniers. Fue tan rotundo el éxito (y tan distinta la estrategia, ya que comenzaron apuntando a la venta en librerías en lugar de en jugueterías), que al poco tiempo lanzaron “El Melómano”, con ilustraciones de Tute. Más adelante siguieron otros como “El Camarero”, “El Ilustrado”, “El Memorioso” y “El Cinéfilo”. Y aunque también ofrecen opciones para niños, su mayor reconocimiento viene por el lado de los adultos. “Somos fanáticos de los juegos de mesa. Hacemos los que a nosotros nos gustaría jugar y buscamos que sean tan lindos que en vez de querer guardarlos en un ropero los tengas en la biblioteca, como un objeto de diseño”, apunta Candelaria, que agrega orgullosa que “El Camarero” ganó el premio Alfonso X al mejor juego de autor argentino en 2019.

Para los hermanos Mantilla, las propuestas actuales evolucionaron con respecto a los clásicos, ofreciendo opciones más creativas y originales. “Hay juegos para jugar solo, de a dos, en grupo, en familia, algunos cooperativos -donde todos juegan contra el juego-, otros de estrategia, de memoria, de velocidad, de creatividad, de destreza física y muchas variantes más”, relata Candelaria, dejando en claro que el mercado hoy logra ofrecer un traje a la medida de cada usuario.

Similar pensamiento despliega Emmanuel García Rabell, socio gerente de Bureau de Juegos, compañía creadora de éxitos actuales como “H.D.P.”, “Amigos de Mierda” y “Prendete Fuego”: “creo que somos tres o cuatro editoriales en Argentina editando títulos propios y otros súper reconocidos internacionalmente con mecánicas muy novedosas, y eso le dio un lavado de cara fuerte al rubro. La gente que se va animando a probar juegos se está dando cuenta de que es un mundo con muchas más opciones y estilos de lo que se imaginaban”, detalla.

En este sentido, uno de los mayores propulsores del auge es la creación de los “juegos de previa”. Esta categoría, que desde Bureau de Juegos incluso usan oficialmente para desglosar su catálogo, apunta a aquellas versiones ideales para jugar entre amigos antes de salir. Tan ideales que a veces terminan enganchando lo suficiente para convertirse en el programa en sí, y la idea del boliche posterior se difumina. “Esta categoría, que antes era inexistente, hizo que mucho público joven que tal vez no era tan fan de los juegos descubra muchos muy fáciles de aprender, orientados más al humor que a la parte lúdica o estratégica”, opina García Rabell. El “H.D.P.”, por ejemplo, cuyas siglas no quieren decir lo primero que podría pensarse sino “hasta donde puedas”, es un juego de humor políticamente incorrecto donde deben responderse preguntas insólitas eligiendo entre algunas opciones igual de ridículamente geniales (o terribles). Lo cual entre amigos y tragos termina haciendo a una noche a pura complicidad y destinada a la anécdota. “Tratamos de salirnos un poco de la formalidad, especialmente en el tono. Buscamos juegos simples, fáciles de aprender y con énfasis en el humor -sostiene el socio gerente-. A partir de esto también hay algo de efecto bola de nieve, porque la gente termina encantada y va ‘evangelizando’ a su entorno, generando un boca en boca muy fuerte”, agrega.

Juegos de mesa

De la mano de esta influencia que se expande, lo que llega en este caso es un redescubrimiento: lo que se propone no es algo nuevo, pero muchos llevaban años sin hacerlo, y de pronto, a través de una propuesta nueva, vuelven a reconectarse con la gracia del juego. “Recibimos muchos mensajes de personas que nos cuentan que se habían olvidado de lo lindo y divertido que es jugar juegos de mesa. En una época en la que tanto niños como adultos nos pasamos el día frente a la tecnología, esto aporta un momento lindo en familia o con amigos lejos de las pantallas”, relata Mantilla, que cada vez ve más lejos el prejuicio de que en la edad adulta jugar es perder el tiempo.

Desde Europa con amor. Otro de los grandes motores de este regreso tiene que ver con el acceso a títulos reconocidos internacionalmente, en general provenientes de Europa. Uno de los más famosos es “Catan”, creado hace 25 años por el alemán Klaus Teuber, y aquí importado y distribuido por la filial local de Devir. Calificado como “una de las mejores opciones para iniciarse en los juegos de mesa modernos”, premia la estrategia a través de un tablero de casillas hexagonales en el que se representan los campos, montañas, bosques, canteras y llanuras de la isla de Catan, en la que los jugadores deberán ir construyendo sus pueblos y ciudades y obteniendo sus materias primas.

“En todo el mundo somos alrededor de 150 personas trabajando en distintas oficinas, con la central editorial en Barcelona. Desarrollamos distintos mercados de juegos de mesa, cartas coleccionables y rol desde hace años. En Argentina, los seis integrantes de la filial trabajamos en el rubro de juegos o jugueterías desde los ’90”, ilustra sobre Devir su Organized Play Manager, Juan Del Compare. Esta idea de “juegos modernos” mencionada antes es la base de su propuesta. ¿En dónde radica esta modernidad? Según Del Compare, en tres puntos básicos. “Tienen una duración limitada (normalmente menos de una hora), todos juegan hasta el final (nadie es eliminado) y es mucho más importante la influencia de los jugadores en el resultado con respecto al azar”. Muchas veces también involucran “puntos de victoria” que se consiguen de diversas maneras, permitiendo distintas estrategias para ganar. “Esta línea de juegos también se conoce como ‘eurogames’, porque se inicia en la escuela alemana y sus alrededores”, explica. Asimismo, los juegos modernos se caracterizan por una gran diversidad de temáticas y mecánicas, en este plan de poder satisfacer los amplios intereses del público. “Hay una tendencia a explorar lo novedoso y encontrar lo que nos gusta dentro de este universo tan heterogéneo, porque a todos nos gusta jugar, pero no a todos nos gusta jugar a lo mismo”, razona Del Compare.

En Bureau de Juegos también tienen lugar para las versiones importadas, más allá de las más cómplices y propias. Entre sus títulos más vendidos de esta categoría están el “King of Tokyo”, “¡Toma 6!”, “Saboteur” y “Munchkin”. “La meta es tratar de acercarle al público juegos referentes a nivel mundial para que puedan experimentar esta explosión que hubo en los últimos años”, expresan desde la compañía. Muy lejos de los juegos más clásicos, las últimas décadas trajeron tanto evolución como ruptura. “Le diría a la gente que no está muy familiarizada que se olvide un poco de la imagen que tiene de los juegos tradicionales y se anime a probar algunos de los nuevos. En nuestra experiencia, tanto jóvenes como adultos quedan muy enganchados”, alienta García Rabell.

Oportuna cuarentena. Como ya se dijo, el aislamiento y el mayor tiempo en familia resultaron el último envión para terminar de propulsar este auge. En tanto desde Bureau de Juegos notaron un incremento especial en las versiones familiares y para chicos, en Devir la demanda fue general. En este último, además, el impacto se sintió también internacionalmente, en todos los países donde la compañía tiene sedes. “La cuarentena aumentó mucho la demanda, lo vimos en los mensajes de mails y redes sociales preguntando por productos y dónde adquirirlos. El fenómeno es mundial, todas las oficinas están sintiendo el aumento de la demanda. El aislamiento complicó las reposiciones, pero ya estamos poniéndonos al día”, describe Del Compare. En tanto, desde Maldón, apuntan que a su parecer la cuarentena aceleró un proceso de crecimiento que en el exterior era muy visible y aquí venía un poco más lento.

Cuando mirar lo que sucede afuera atemoriza, no hay mejor receta que jugar. Lo saben los chicos, cuya imaginación transforma hasta el contexto más complejo, y lo están experimentando ahora también los adultos, grandes compradores en esta época. “Cuando jugás a un juego de mesa te olvidás de todas las preocupaciones y el estrés, y por un rato estás en otro universo en el que te divertís y relajás”, narra Candelaria Mantilla.

Tras tanto tiempo de entretenimientos virtuales o audiovisuales pasivos, asimismo, los juegos de mesa brindan además la posibilidad de volver a lo físico. “Tienen muchos componentes no solo visuales sino táctiles, como peones de madera, tableros de cartón, fichas de metal, que complementan y diferencian la experiencia”, apuntan desde Devir. Y así, sin salir de casa no solo podemos paliar esa sobredosis de pantallas, sino además “compartir, ser reconocidos por nuestros allegados, hacer cosas en común con personas que nos importan, mantener el foco en una actividad agradable y ser protagonistas de pequeños éxitos”, entre otros logros sumamente necesarios en un año difícil.

Fuente: https://noticias.perfil.com/noticias/costumbres/el-revival-de-los-juegos-de-mesa.phtml