Rutina nocturna para liberar tensiones
La espalda, el cuello y la cadera son las zonas del cuerpo que más suelen molestar y, por ende, de las que más nos quejamos.
“Generalmente, durante el día, se cargan mucho la cadera y la espalda, los dos grandes puntos de bloqueo del cuerpo, porque es precisamente donde tenemos los grupos musculares y los sistemas articulares más grandes y de sostén”, reconoce Ignacio Monti, licenciado en educación física, especialista en Terapia Postural Holística (TPH).
Muchas veces, la causa de estas molestias hay que buscarla en las malas posturas. Y no solamente es posible corregirlas, sino también reflexionar sobre la conciencia del cuerpo, advertir las maneras que este adopta a lo largo del día, para así poder habitarlo desde otro lugar. Ese es precisamente uno de los objetivos que se propone la TPH.
Una de las primeras medidas, más eficaces, para entender su importancia, consiste en disfrutar del resultado de liberar al cuerpo de las tensiones. El cuerpo adquiere otra postura, las apoyaturas se modifican, los hombros bajan.
El 80% de la población mundial sufre o sufrirá dolor de espalda, según estadísticas. Foto Shutterstock
“Tenemos que tratar de soltar esa carga. Movilizar estos grandes grupos articulares y musculares, mantenerlos en movimiento”, dice Ignacio, que recientemente publicó el libro TPH. La consciencia del cuerpo como poder transformador (Editorial Dunken).
Y se explaya: “Es que la tensión y el estrés nos preparan para una respuesta física, pero generalmente durante el día las respuestas siguen siendo intelectuales, con lo cual esa carga tensional se acumula en el cuerpo. De alguna manera, tenemos que buscar activar y movilizar esas zonas para liberar toda esa carga que inconscientemente va quedando en el cuerpo”, explica.
Una rutina nocturna
Ocurre que, al finalizar el día, nos damos cuenta de las partes que nos duelen. Por eso, es un momento ideal para trabajar en todas las tensiones que quedaron estancadas allí.
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“El cuerpo es un sistema que está preparado para el movimiento, todo lo que nos pasa es desde un lugar de acción. Si desde el cuerpo podemos trabajar la fuerza, la movilidad, la consciencia corporal, y desprendernos de toda esa carga tensional que se va acumulando, al final del día vamos a llegar mejor, a descansar mejor y a despertarnos mejor”, alienta.
Es ideal realizar esta secuencia -realizada especialmente en un video para Clarín– una vez al día, como mínimo, aunque cuantas más veces la pongamos en práctica mejor. Se puede hacer en la cama, antes de ir a dormir.
Breve escaneo corporal
- Acostarse boca arriba.
- Llevar la consciencia a cada parte del cuerpo: registrar cómo están los pies, la tensión en las piernas, chequear cómo se sienten las caderas (por ejemplo, si están apoyadas o en tensión). Luego escanear la cintura, la espalda
Masaje de diafragma
- Dejar las rodillas en flexión, las caderas apoyadas y los brazos relajados al costado del cuerpo.
- Hacer una secuencia de respiración, advirtiendo cómo entra el aire al cuerpo.
- Con ambas manos, masajear la boca del estómago.
- Con la yema de los dedos, continuar masajeando hasta los laterales.
- Registrar si hay tensiones o bloqueos.
- Una vez que la respiración se normaliza, dejar los brazos estirados a los costados del cuerpo, sintiendo el peso de los omóplatos hacia el suelo o la cama.
Movilización de caderas
- Con las rodillas flexionadas, dejar que las piernas caigan hacia un lateral. Volver al centro, e ir al otro lado.
- Hacerlo lenta y cuidadosamente, exhalando al bajar las piernas. No debe forzarse ni exigirse al cuerpo, al contrario, debe sentirse una suerte de masaje en la zona de la cadera y la cintura.
- Repetirlo entre 10 y 15 veces a cada lado.
- Respirar profundamente para registrar cómo se siente ahora esa zona del cuerpo.
Movilización de cintura escapular
- Con las piernas flexionadas, llevar los brazos hacia el techo, estirarse.
- Tomarse de los antebrazos, cuidando que hombros y codos queden alineados.
- Exhalar y bajar los brazos hacia un lado y el otro. La cabeza debe girar con los brazos, hombros y espalda.
Rotación de brazos
- Ahora, hacer una rotación circular hasta sentir que se mueven bien los omóplatos.
- Repetirlo 10 veces.
- Y luego al otro lado, cambiando el cruce de brazos.
Torsiones combinadas
- Tomarse nuevamente de los antebrazos, y al exhalar, mover los brazos y la cabeza hacia un lado, y las piernas y las caderas hacia el otro.
- Inspirar en el medio, y bajar hacia el otro lado.
- Se debe sentir que se moviliza todo el eje de la columna.
- Repetir 10 a 15 veces los movimientos hacia cada lado.
Estirarse, desperezarse, y sentir que todo el cuerpo se alarga y se descomprime. Finalizar con una secuencia de respiración.